Francisco Licona / Con 86 años en el poder, los priistas de Veracruz se ufanaban de tener la piel muy dura y de ser invencibles. Sin embargo, el pasado cinco de junio, los veracruzanos les mostraron lo equivocados que estaban.
Por ello, quizá, no faltaron priistas que vieran o entendieran las recientes, tibias e inusuales declaraciones de Carolina Monroy del Mazo, líder interina del CEN del PRI, como una llamada a misa y por lo tanto pensaron que Duarte se las podía pasar por el arco del triunfo.
Es más, muchos llegaron a entrever que el retiro del orden del día del nombramiento del Fiscal Anticorrupción, no tenía nada que ver con el latigazo de Carolina Monroy. El hecho, es que esas cuestionadas iniciativas no se votaron, ni se han votado; ni parece estar esa decisión en el orden del día de la próxima sesión del Congreso.
Y es que muchos hablaron y escribieron de que la ética no tiene nada que ver con lo jurídico y que en Veracruz no se hacía nada ilegal, pues la decisión de nombrar un Fiscal Anticorrupción y una Sala Anticorrupción del Tribunal Contencioso Administrativo, estaba en las facultades para iniciar y aprobar leyes que tienen el Gobernador del Estado y el Congreso. Sin embargo, todo lo legal y todo lo jurídico pierden el sentido de medidas de buena fe, por encontrarse el actual gobierno en las postrimerías de su ejercicio Constitucional.
Por ello, y tal vez como se entendió a medias el mensaje de la líder interina del CEN del PRI Carolina Monroy, fue necesario que hoy Cristina Díaz, líder Nacional de la CNOP (uno de los Sectores más fuertes del PRI), saliera a los medios a respaldar los dichos de su líder interina y a confirmar que no es éticamente correcto que Duarte de Ochoa impulse reformas para adelantar la presentación de la Cuenta Pública y nombrar al Fiscal Anticorrupción antes de terminar su gestión.
Y, como para que no quede duda que en el CEN del PRI -entiéndase Los Pinos, entiéndase Palacio Nacional, entiéndase Enrique Peña Nieto- no están de acuerdo con lo que hace el gobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, Cristina Díaz de forma contundente también dijo que la dirigencia del PRI debe analizar una posible licencia de Duarte.
“Carolina Monroy -dijo Cristina Díaz- debe revisar con gobernadores priistas como el de Veracruz, Quintana Roo y Chihuahua, si conviene que se separen del cargo y así distender los ambientes políticos en esas entidades. Su conducta no nos deja bien parados a los priistas”.
La senadora lanzó un llamado a «la congruencia política y legal» y recordó que la sociedad exige al PRI trabajar con ética: «Creo que la respuesta del 5 de junio fue muy contundente y fue, sobre todo, en estos estados. Es importante mantener la ética que es un principio fundamental de la moral pública”.
Los sonidos del Altiplano suenan más a tambores de guerra, que a llamados a misa. Aunque, como siempre pasa, solo el tiempo determinará qué tipo de ruidos eran.
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