Juan David Castilla Arcos / Xalapa, Ver. Policías de civil fueron los agresores de panistas, perredistas y reporteros afuera del Palacio Legislativo, el pasado miércoles, denunció uno de los agredidos Demetrio González Hernández.
El panista con 19 años de militancia gastó más de siete mil pesos en radiografías, medicamentos y hospital por las contusiones en su cuerpo.
Fue golpeado varias ocasiones por presuntos integrantes del Movimiento de Los 400 Pueblos, cuando estaba tirado en una banqueta de la avenida Encanto.
«Yo iba caminando, acompañando al Gobernador electo y durante todo el camino aventaron cosas, pero su desesperación fue que no nos habían pegado con los proyectiles, se nos fueron encima de manera directa», relató en conferencia de prensa, realizada en un restaurante de la ciudad.
El zafarrancho ocurrió cuando el gobernador electo Miguel Ángel Yunes Linares; el dirigente nacional del PAN, Ricardo Anaya Cortés; y el presidente de la Comisión de Elecciones, Santiago Creel Miranda, dieron conferencia de prensa en la explanada del recinto para fijar su postura sobre la designación del Fiscal de Combate a la Corrupción y, al salir, se toparon con los presuntos campesinos.
«Quienes nos golpearon no eran de los 400 Pueblos, era otro grupo infiltrado, se veía muy claro el tipo de corte, la forma de caminar, de moverse, de comunicarse entre ellos, es de un grupo de policías que fue enviado», expresó González Hernández.
El agredido analiza la posibilidad de interponer una denuncia penal ante la Fiscalía General del Estado (FGE), a cargo de Luis Ángel Bravo Contreras.
Otras cuatro personas resultaron lesionadas, una de ellas, de gravedad, quienes fueron hospitalizadas.
«A tres los dieron de alta y uno quedó en el hospital porque tenía fractura de cráneo».
Finalmente, negó que haya existido alguna provocación hacia los integrantes del Movimiento de Los 400 Pueblos, toda vez que su comitiva de seguridad le informó aquel día que no saliera por la puerta principal para evitar conflictos con dicha agrupación, que encabezan César del Ángel Fuentes y su hijo, el diputado local priista Marco Antonio del Ángel Arroyo.
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