Peña Nieto: un antipolpulista sentado con un populista (Obama); un madreador de maestros sentado con un maestro (Trudeau)

Enrique Peña Nieto, Justin Trudeau y Barack Obama

Doble sentidoDespués del ninguneo internacional ante una política anodina, después de los mensajes de sutil desprecio por parte de sus iguales del Tratado de Libre Comercio; después de quedar como un represor, un “asesino”, un antipopulista sentado en la mesa de un “populista” (Obama), un madreador de maestros sentado en la mesa con un maestro (Trudeau), el presidente Peña Nieto se lo va a pensar mejor cuando decida viajar al extranjero.

A lo mejor le quede bien visitar países en donde las dictaduras o las monarquías obligadas estén bien asentadas. A lo mejor ni siquiera debería salir del país, y dedicarse a gobernar. A lo mejor debería pensar bien en los beneficios de sus reformas y contemplar la pertinencia de echarlas para atrás.

Enrique Peña Nieto pensó que la píldora de sus falaces reformas nos las íbamos a tragar todos, menos sus compinches los grandes empresarios. Pero ya se dio cuenta que ni dorándonos la píldora nos tragaremos la mentira de esos beneficios que a más de dos años de implementadas las reformas, no se ven por ningún lado.

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