La felonía, cobardía y la traición que pretende llevar a cabo Javier Duarte, con la complicidad de Juan Nicolás Callejas Arroyo al nombrar a un fiscal a modo para cubrir el cochinero, tenga usted por seguro que tendrá un efecto devastador para el PRI en las elecciones para las presidencias municipales.
Los diputados de la actual legislatura tienen en sus manos la oportunidad de resarcir en parte lo que le corresponde a los veracruzanos. Es cierto que la ley les permite nombrar al fiscal anticorrupción, sin embargo, si la finalidad fuera ejercer justicia y la persona que llevara la envestidura tuviera antecedentes de honorabilidad y honradez proba, tenga la seguridad que nadie se opondría.
No obstante, el querer poner a una persona como Francisco Portilla, que sólo viene a cubrir las raterías del gobernador en desgracia, pues sí levanta ámpula entre los veracruzanos. Hoy la Comisión de Justicia del Congreso le da el apapacho al delfín del gobernador, el bueno será Francisco Portilla para ser el titular de la Fiscalía Anticorrupción. Por el momento, hoy los diputados dejan pasar la oportunidad de salir del camino de la abyección.
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