La rebelión de los hoteleros

Hoteleros
Fernando Ortiz González / Foto: Grupo FM Noticias
- en Opinión

Luis Ramírez Baqueiro / 

“Para los que dejaron de tener esperanza la desesperación es un remedio.” – Virgilio.

Decir Veracruz es hablar evidentemente de su vocación turística, decir Veracruz, es remembrar la jarana y los sones, el exquisito Café de La Parroquía, la extraordinaria gastronomía.

Mencionar Veracruz es hablar de sus magnificas playas hacia la región de Costa Esmeralda o hacia la región de Los Tuxtlas, y muchísimas regiones más que hoy por hoy la convierten en potencia turística nacional.

Pero por desgracia la entidad catalogada como el estado que lo tiene todo, sufre la peor de las crisis en materia turística.

Tras años de pujanza que permitieron dejar de lado el enorme rezago en la materia, la entidad abandono el catálogo de destino turístico nacional de jícama y horchata, del acostumbrado a viajar de aventón y de hospedarse en el Hotel Camarena, que provocó poca derrama económica por muchos años.

Provocan que hoy la entidad, sufra de lo que se comienza a conocer como “La rebelión de los Hoteleros” y es que la intentona por destruir todo y quemar Roma, que como Nerón emprende el gobernador Javier Duarte, está llegando al punto de poner a todos los sectores de la población en su contra, entre ellos al sector turístico.

Y es que lo recientemente declarado por el presidente de la asociación de Hoteles y Moteles de la zona conurbada Veracruz-Boca del Río, Fernando Ortiz González, es un llamado de alerta ante la serie de atropellos a los que la presente administración estatal está llegando en un afán por dejar al estado en calidad de bulto o muerto.

El exhorto a los integrantes del Congreso local para que no aprueben la entrega en comodato del World Trade Center (WTC) al Instituto de Pensiones del Estado (IPE), es una medida lógica y justa, para un sector que sabe que en manos de ese instituto el turismo de convenciones simplemente se acabaría en la entidad.

La necesidad imperante de que sea el sector empresarial el que opere este fideicomiso de operación y manejo de este centro de negocios permitiría al menos garantizar que el segmento turístico tenga viabilidad por muchos años más.

Ante ello, los empresarios admitieron que han emprendido una cruzada – que interpretada en rebelión- busca llamar a la cordura y al buen actuar de los legisladores tras la colocación de al menos dos espectaculares sobre el bulevar de la zona Conurbada.

Para Ortiz González, el mensaje busca expresar su malestar en contra de que Gobierno estatal le entregue en comodato el centro de convenciones al IPE; si el WTC pasa al instituto, se corre el riesgo de que el inmueble sea vendido o pase en concesión a algún beneficiario del actual Gobierno del estado.

Los artilugios y mañas de la presente administración pretenden borrar y desaparecer los casi 400 millones de pesos anuales en derrama económica que genera para los hoteleros de la zona conurbada.

Esperemos que comiencen las revisiones a fondo porque es increíble que familias enteras de trabajadores y empresarios se vean afectados por el capricho de personajes que a costa del encargo han construido emporios turísticos sin despeinarse, sino pregúntenle a su titular Harry Grappa, a quien dicen le preparan sendos expedientes por el enriquecimiento inexplicable, pues en el juego de la pirinola duartista, fue a los que les toco el toma todo siempre que jugó.

Al tiempo.

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