La oclocracia de Veracruz

Duarte
Javier Duarte y parte de los duartistas FOTO: WEB
- en Opinión

Luis Ramírez Baqueiro / 

“Los hombres con los mismos vicios se sostienen mutuamente.” – Juvenal.

Sorprende como algunos gobiernos intentan a como de lugar mentir a la población a la que mandatan a base de engaños, falsos resultados, e incluso con datos imprecisos.

Esto se comprueba con toda claridad en Veracruz, cuando con bombo y platillo la administración Duartista anuncia que el reto en cuanto a Desarrollo Económico se logró, al grado de alcanzar la instalación de la empresa mil del Programa de Mil Grandes Empresas.

Apenas este miércoles en Coatzacoalcos, los presentes en la inauguración de la Planta de Etileno XXI, esa que tanto cacareo Javier Duarte durante su mandato resultó ser la empresa que cumplía el proyecto de su administración en la materia.

Resultó el nuevo titular de la Secretaría de Desarrollo Económico y Portuario (SEDECOP), Gerardo Mancilla Arteaga una copia fiel del propio Harry Houdini, el más grande ilusionista de todos los tiempos, y así como de la nada apareció la nada despreciable cantidad de 133 grandes empresas de la chistera.

Para este importante acto de prestidigitación se requiere de un verdadero staff de personalidades que junto con su gobernador, puedan echar al aire la suerte y convertir al conejo en una empresa.

Bien señala el economista Francisco Licona, ¡Aplausos para el Mago Mancilla! Quien tuvo la osadía de reventarnos este nuevo acto para así, de la nada, aparecer 133 grandes empresas en medio de la peor crisis económica y laboral de los últimos años.

Antes de su huida, perdón de su renuncia, el entonces titular de la SEDECOP, Erik Porres Blesa informaba que el del Programa Gubernamental “1000 Grandes Empresas”, a esa fecha se habían logrado abrir 877 con una inversión de 144 mil 742 millones de pesos.

El joven yupi responsable de las relaciones con el sector empresarial resaltaba que esa inversión, no era inversión que hubiera realizado el Estado, sino inversiones privadas que habrían permitido aterrizar inversionistas nacionales y extranjeros, produciendo con ello la generación de más de 190 mil empleos.

De este modo, el “magazo” Mancilla logró tan solo en tres meses lo que no consiguió su antecesor en iguales periodos a lo largo del sexenio, demostrando y confirmando que Javier Duarte se equivocó de titular de la dependencia, claro, antes habrá de pedir nos señale ¿cuáles fueron esas 133 empresas?, ¿donde se encuentran instaladas?, ¿cuánto personal tiene cada una? y de ¿dónde provienen al menos sus capitales?

Lo que me provoca remembrar uno de los tres tipos de democracia a las que la sociedad está expuesta, y es así como la “Oclocracia” o el gobierno de la muchedumbre, viene al tema, etimológicamente, la democracia es el gobierno del pueblo que con la voluntad general legitima al poder estatal, y la oclocracia es el gobierno de la muchedumbre, es decir,» la muchedumbre, masa o gentío es un agente de producción biopolítica que a la hora de abordar asuntos políticos presenta una voluntad viciada, evicciosa, confusa, injuiciosa o irracional, por lo que carece de capacidad de autogobierno y por ende no conserva los requisitos necesarios para ser considerada como «pueblo»«.

Polibio, llamó oclocracia al fruto de la acción demagógica. «Cuando ésta (la democracia), a su vez, se mancha de ilegalidad y violencias, con el pasar del tiempo, se constituye la oclocracia«.

Según su teoría anacyclose -teoría cíclica de la sucesión de los sistemas políticos (a la que alude Maquiavelo)- la oclocracia se presenta como el peor de todos los sistemas políticos, el último estado de la degeneración del poder.

Así pues se vivió un sexenio para el olvido, un gobierno en que la sociedad permitió la llegada al extremo de conjuntar lo peor de lo peor para ser gobierno, por fortuna esto ya se está terminando para ojalá nunca más volver. 

Al tiempo.

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