Javier Duarte pasará a la historia como un represor de ancianos, de maestros y periodistas. Su intolerancia a la crítica fue su guía. Su modo de gobernar lo describe como una persona enferma. Al gobernador caído en desgracia lo consume el rencor. Tan solo recordemos cómo trató de mantener a Maryjose Gamboa en la cárcel a base de argucias legaloides. Durante casi ocho meses, la hoy actual diputada estuvo lejos de su familia y su pequeña hija.
Sin embargo, no siempre estuvo solo, atrás de él —como Merlín o Mefistófeles— siempre aparecía su fiscal, Luis Ángel Bravo Contreras, el Fisculín. Por eso no extraña que el nuevo gobernador Miguel Ángel Yunes Linares enfoque sus baterías contra este nefasto personaje. Yunes Linares se la tiene jurada, y lo más seguro es que a través de la diputada Mary José Gamboa, se dé principio a esta acción.
La nueva diputada por Veracruz ha dicho que al llegar al Congreso, una de las primeras acciones que realizará será pedir juicio político contra el fiscal Luis Ángel Bravo Contreras, «porque le ha hecho mucho daño a cientos de familias veracruzanas».
Hay que tomar en cuenta que el Fisculín se encuentra bien apergollado en el puesto, gracias a las reformas de la Constitución política local, de modo que será necesario cabildear con las demás fuerzas políticas para mandar a la cárcel, o ya de perdido, mandar lo más lejos posible a este espurio y nefasto personaje.
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