Los resultados electorales que se vislumbran de acuerdo al Programa de Resultados Preliminares en las elecciones de Veracruz, muestran que el Partido Revolucionario Institucional no solamente perdería la gubernatura del estado, sino que quedaría con unas cuantas diputaciones locales, pues a cómo van los resultados, la alianza PAN-PRD y Morena se quedarían con la mayor parte de las diputaciones.
¿Por qué este resultado tan adverso para un partido que tenía buenas posibilidades para quedarse con la gubernatura y con la mayoría del Congreso? Javier Duarte es el culpable. Cada una de las acciones del gobernador en los últimos meses fue lesiva, fue en contra de su propio partido.
Todo empezó con su necedad de crear una gubernatura de dos años; ahí inicia el derrotero de Javier Duarte. Después vino la pugna que el mismo patrocinara para imponer a Alberto Silva en la candidatura; después vino la pelea frontal en contra de Héctor Yunes; después vino el capricho de presentarse como aliado de Héctor Yunes; después vino a jugarle las contras a Héctor Yunes; después vino a jugar a favor de Morena, porque el candidato Cuitláhuac García se le hacía de lo más inocuo.
Duarte es el culpable y harían bien los priistas en sumarse a la intención de quien hasta el momento parece ser el candidato ganador a la gubernatura, Miguel Ángel Yunes Linares, de imponerle pena de prisión a este gobernador que tanto daño ha hecho a Veracruz.
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