Hasta hace dos días se anunciaba que Muhammad Ali había sido hospitalizado de emergencia; pero al día siguiente se dijo que a pesar de sus problemas respiratorios, se encontraba fuera de peligro. Sin embargo, el boxeador que es considerado el mejor de todos los tiempos, murió en un hospital de Phoenix, Arizona la noche del viernes, a los 74 años, por complicaciones en sus vías respiratorias.
Desde hace años el campeón mundial padecía del mal de Parkinson, por lo que sus presentaciones eran muy limitadas. Cabe recordar la ocasión de los Juegos Olímpicos de Atlanta en 1996, cuando ya afectado con el mal del Parkinson, tuvo el honor de encender el pebetero olímpico.
A Muhammad Ali se le recuerda por ser un hombre que no se quedaba callado, un hombre que decía las cosas como le venían a la boca, llegando a tener fama de fanfarrón. Sin embargo, algunas frases de él quedaron para la historia:
«Yo debería estar en un sello postal. Es la única forma de que me puedan pegar»; «Hay dos cosas que son difíciles de ver y de golpear. Una es un fantasma y la otra Muhammad Ali»; «Flotar como una mariposa, picar como una abeja. Tus manos no le pueden pegar a lo que tus ojos no ven»; «El nocaut lo verán todos menos Holmes. Aún no he conocido a nadie capaz de ver su propio nocaut». Esta frase la dijo antes de su última pelea, en 1980. Descanse en paz el Campeón.
Comentarios