Luis Ramírez Baqueiro /
“Las cosas no cambian; cambiamos nosotros.” – Henry David Thoureau.
No cabe duda, los veracruzanos no debemos perder la capacidad de asombro, los niveles de corrupción alcanzados en la entidad esbozan ya proporciones de putrefacción, ahora resulta que donde toquen al aparato brota pus.
El catedrático e investigador de la Universidad Veracruzana, Hilario Barcelata Chávez asegura, que estamos ante la evolución de la corrupción de forma tal que en Veracruz se aplica por parte del gobierno Duartista el “Modelo de Negocios de la Corrupción”.
Al respecto el pasado 28 de abril de 2016 en Querétaro, Juan Pardinas, director general del Instituto Mexicano de Competitividad (IMCO) durante una reunión con integrantes de la COPARMEX señaló que “la corrupción no se crea ni se destruye, solo se controla”.
Lamentablemente esta es la situación de nuestro país en la actualidad, donde parecería que las leyes ahora están diseñadas para castigar a la ciudadanía y no a los corruptos.
El mismo Pardiñas afirmó en ese momento que este mal –corrupción- parecería tener un modelo de negocio equiparable con la delincuencia organizada, de ahí la necesidad de tener leyes como la 3de3 y que el Sistema Anticorrupción utilice herramientas similares como testigos protegidos y recompensas.
Y es que la investigación periodística del Portal Animal Político es suficiente como para comenzar abrir una investigación seria y formal contra los involucrados y señalados, pues las versiones dadas por el propio titular de la Contraloría General del Estado, Ricardo García Guzmán resultan afirmativas al señalar que las empresas si existen, solo que si están instaladas o constituidas en determinados domicilios, pues contaron con el aval de los notarios que presentaron las actas constitutivas con sus firmas.
Es decir, ¿el gobierno del Estado pretende vía el notariado veracruzano justificar sus rapacidades, so pena de quitarles las concesiones otorgadas para el ejercicio como fedatarios públicos?
Menudo entuerto en el que están inmersos tanto los funcionarios como las autoridades estatales, pues se evidencia una vez más que la pudrición y descomposición del aparto de estado es irreversible.
De este modo, lo expresado deja muchas dudas, que como es de esperarse difícilmente serán aclaradas, porque eso de ofrecer una investigación para esclarecer a dichas empresas simplemente nadie se los cree.
Animal Político revisó 73 contratos del gobierno de Veracruz, mismos que se dieron por diferentes vías a 21 empresas que tienen socios que no reconocen ser socios y que están en domicilios fiscales falsos, son empresas fachadas, empresas de papel, lo cual constituye en centro de la investigación del medio y que este miércoles detalla cada una de esas empresas.
El gobierno de Javier Duarte acumula 34 denuncias ante la Procuraduría General de la República (PGR) por presunto desvío de recursos públicos y por uso indebido de atribuciones y facultades como servidores de gobierno, todas presentadas por la Auditoría Superior de la Federación (ASF), hasta el momento no se sabe el estado que guardan las mismas.
En los hechos a la ciudadanía solo le queda decir que en Veracruz hasta los fantasmas se hacen reales, porque las empresas señaladas como fantasmas son más que reales, ahí están las pruebas.
Ahora ¿cuál será la escusa?
Al tiempo.
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