La acusación contra Yunes Linares

Salvador Muñoz / No me cabe duda alguna… en el caso de Duarte, no hay sujeto más despreciable que él. En el caso de Yunes Linares, las acusaciones en su contra, me alarman, van más allá de la guerra sucia, de los dimes y diretes o de los golpes bajos. La acusación es seria y como tal, debe probarse… por lo mientras, insisto, Duarte merece toda la condena social y el desprecio de todos…

Nos referimos a Leopoldo Rafael Duarte Pereda, acusado de abusar sexualmente de varios menores en el Colegio Montessori Matatena, quien fue detenido ayer por elementos de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México.

En el segundo caso, aún me parece increíble.

II

Cuando me llegó la noticia, sinceramente no la creí. Insisto. Pensé que se trataba de esa guerra sucia, de lodo, de zancadillas, y en un momento dado, pensé que podría ser los datos “revolcados” del libro “Los demonios del Edén” que escribió Lydia Cacho y donde sale a relucir el nombre de Miguel Ángel Yunes Linares, pero no… la denuncia, al menos pública que hicieron ante medios de comunicación, da miedo, o dijera hace poco el mismo Javier Duarte de Ochoa, da asco sólo de pensarlo.

III

Vuelvo a retomar ese libro de Lydia Cacho y leo y leo, ahora con más detenimiento lo que “Los demonios del Edén” dicen… entonces, cada palabra, cada párrafo, cada testimonio que expone la reportera, cae pesado, rotundo, como una losa sobre mi cara.

Me impresionan unas líneas:

1. “Creo que para Miguel Ángel era normal lo que Johny hacía porque nunca le oí preguntarle por mí o por qué me tenía si era una niña, o a las demás, que también lo eran. Johny me decía que él quería tocar a esa niñita que estaba preciosa y que seguro su amigo Miguel Ángel se la estaba cogiendo porque la mamá estaba espantosa y que la usaba para tapar las apariencias”. Pág. 19.  “Esa niñita” se refiere a la hija de Sandra Ortega Rivas, ex delegada del Issste quien mantiene una relación con Miguel Ángel Yunes Linares desde hace años.
2. Emma, una niña, declara lo entrecomillado en el citado libro: “Y me consta sin temor a equivocarme, que Jean Succar ¡(un (sic) contacta también a otras niñas en Estados Unidos para poder incluso intercambiarlas con los señores Alejandro Góngora Vera, con Camel Nacif –a quien también sé que le agradan los niños–, así como con Miguel Ángel Yunes.” Pág. 20

IV

La denuncia que hacen 40 asociaciones civiles en favor de los derechos humanos ante la Fiscalía Especial para los delitos de Violencia contra las Mujeres y Trata de Personas (Fevimtra) de la PGR, contra Miguel Ángel Yunes Linares por el abuso sexual de al menos siete menores de edad, entre 2006 y 2016, todavía me estremece más por la fecha en que se dice, se cometió el delito que le imputan al choleño. ¿Por qué? Porque si uno hace memoria, fue en 2005 que se publicó el libro de Lydia Cacho. Señalamientos, antes de “Los Demonios…”; señalamientos, después de “Los demonios…”

V

Sí, es seguro que los militantes de la alianza “Para rescatar Veracruz” consideren esto guerra sucia o de lodo, incluso, hasta me consideren “vendido”. Yo lo pongo más fácil: Si los que presentaron la denuncia ante la PGR tienen el testimonio de estos menores, que sea la Ley quien dé cauce a lo que haya que resolver, y si Miguel Ángel Yunes Linares está libre de culpa, que se le absuelva y castigue a quienes lo señalaron (por cierto, no sé si Lydia Cacho haya sido llamada alguna vez por autoridad competente, a responder si hubo falsedad en su investigación periodística como defensa por parte de los involucrados), pero si Yunes Linares es responsable, creo que no bastaría castigo para sanar el daño que haya hecho a quienes hoy lo señalan por abuso sexual… al tiempo.