Méndez de la Luz; extraordinario gobernador

Méndez
Armando Méndez de la Luz
- en Opinión

Luis Ramírez Baqueiro / 

“El verdadero carácter siempre aparece en las grandes circunstancias.” – Napoleón.

En el ejercicio de la política profesional, existen dos clases de personajes, los que se formaron, pues nacieron y son animales políticos, y los que caminan entre los pasillos de los Congresos, o de las dependencias, con facha de serlo y una ambición desmedida por dentro, de estos últimos se encuentra cundido Veracruz, este que hemos tenido que padecer en los últimos 11 años.

Pero dentro de la primera clase de políticos, existen personajes, afortunadamente para la sociedad, que cuentan con una alta probidad, que se formaron en la brega de una cultura del esfuerzo, en donde la principal motivación de estos personajes es y ha sido cambiar su entorno a favor de la comunidad.

Quizá usted empleará el rasero para medirlos y calificarlos a todos, pero ahora que estamos presenciando la confronta para alcanzar la máxima magistratura del estado, al menos uno de los siete aspirantes, ha mostrado tener verdaderamente una vocación de servicio para con la sociedad, de este modo, Armando Méndez de la Luz recorre la entidad, ofreciendo propuestas, reales, ciertas, tangibles y medibles, para él, el discurso demagógico es una de las principales cosas que debe combatir un político.

Por ello, centra sus baterías en la objetividad, en la conciencia social que da conocer su entidad y haberla servido desde las diversas trincheras, extraordinario tribuno, buen funcionario, alcalde ejemplar ha transitado los últimos 40 años de su vida trabajado por Veracruz.

Observador de los fenómenos sociales, sabe que las campañas políticas son el espacio oportuno para mantener la cercanía ciudadana, para practicar un ejercicio del cual es amante, la psicología, Méndez de la Luz, reconoce que una de las tareas fundamentales del político de ha de verás es la de ser un psicólogo de masas, que recoge la catarsis de la sociedad en sus diversos entornos, para poder, con base en el dato duro, intentar recomponer el estado de cosas que afectan lastimosamente a Veracruz.

Hombre de familia, amante de la música, lector voraz, sabe que desde su trinchera el Movimiento Ciudadano construye para el futuro, el principal de todos los valores sociales, como lo es la civilidad democrática.

Entendido de la cosa pública, recrimina a quienes afirman que podrán crear 95 mil empleos en un año –pues ni de chiste es verosímil el dato, afirma-, mucho menos podrá dotar de casas a todos los veracruzanos, cuando en la entidad el gobierno estatal solo en su mejor auge pudo dotar de vivienda a un seis por ciento de los derechohabientes del desaparecido Instituto para el Desarrollo Urbano y la Vivienda (INDECO), las afirmaciones vertidas en la desesperación, se convierten en demagogia pura.

Respetuoso del discurso político, su campaña se ha concentrado en la propuesta, nunca en la descalificación, pues afirma que la sociedad, está cada día más documentada y te recrimina tus dichos cuando los contradices.

Cuestionado por este reportero si declinaría por algún otro candidato mejor posicionado en la preferencia electoral, señala que no, el se subió a este barco y llegará hasta su puerto de destino, dejando en claro que no le levantará la mano a ningún candidato del proyecto político que se trate.

Armando Méndez camina al 5 de Junio como el que pudiera llegar a ser el mejor gobernador de la historia moderna de Veracruz, ahora la última decisión la tienen los ciudadanos.

Al tiempo.

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