Encuesta y Encuestados

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Encuestas FOTO: WEB
- en Opinión

Jorge Flores Martínez / Independientemente de la posición en la que aparezca el candidato o el partido de mi preferencia en las encuestas, en los últimos años he decidido no tomarlas en cuenta, ya que en nuestra particular proclividad como mexicanos de deformar cualquier herramienta democrática, las encuestas no han sido la excepción, por el contrario se han convertido en una herramienta de desinformación a tal grado que los mismos que se encargan de solicitarlas a modo suelen modificar sus estrategias en base a sus propias mentiras.

En alguna ocasión un amigo me platicó que realizó un estudio de percepción ciudadana para un gobernador del país, éste al recibir el estudio se encontraba con su esposa y entre los tres revisaron y comentaron los resultados obtenidos. Los resultados eran los esperados en casi todos los renglones abordados hasta que llegaron al punto de corrupción gubernamental y vieron que los ciudadanos consideraban su gestión como muy corrupta, a lo que la esposa del gobernador pregunto a mi amigo ¿La gente piensa que somos corruptos? E inmediatamente se dirigió a su esposo el gobernador y le dijo, ¿Cómo es posible que tengan esa percepción de nosotros? Mi amigo dice que el gobernador solo levanto los hombros y se retiro de la mesa a realizar otra actividad. La esposa se encontraba realmente sorprendida porque sus gobernados los vieran como unos corruptos, le preguntó a mi amigo que aconsejaba que se hiciera para revertir ese resultado, tomó el cuadernillo molesta y se retiró de la sala.

Días después lo citaron nuevamente y cuando llegó a las oficinas del gobernador vio que solo se encontraba la señora con el cuadernillo todo lleno de apuntes y rayones. La esposa del gobernador le dijo: Señor, creo que su estudio esta mal elaborado y en definitiva se debe cambiar la pregunta de cómo nos perciben los ciudadanos, no se debe considerar en el estudio la palabra corrupción, si no honestidad, de esta manera no apareceremos como corruptos, podemos aparecer como poco honestos, pero no como muy corruptos. Mi amigo tomó el cuadernillo y le dijo: En quince días tiene los resultados con los parámetros que me indica señora.

La moraleja de esta historia es que el gobernador y su esposa prefirieron cambiar los parámetros de una encuesta que los mostraba como muy corruptos ante la percepción ciudadana antes de cambiar sus hábitos y costumbres de hacerse con todo el presupuesto que pasara por sus manos, que en el caso de un gobernador y su esposa es prácticamente todo el presupuesto de un estado.

Para eso sirven las encuestas, para que el candidato o funcionario público rectifiquen no sus políticas o estrategias de gobierno o de campaña, sino para alimentar sus enormes egos y demostrar ante los encuestados que aunque no lo crean, aunque sea inverosímil ellos son lo mejor que nos ha pasado y pasará nunca.

En el caso de los candidatos en Veracruz, si responden con una encuesta a otra encuesta solo es porque la ven en-cuesta arriba, es decir están –encuestados- en su propia cuesta de ineficiencia y distancia con todos los veracruzanos.

Así que dejemos a los candidatos con sus encuestas y encuestados, los que la llevan cuesta arriba y están encuestados en su propia campaña son ellos, el que va a ganar será el que evite a los acarreados y los gastos insultantes de camisetas, sombrillas, gorras y demás basura electoral. En definitiva ganará el que logre convencernos que la alternancia y la normalidad democrática es el camino indispensable para Veracruz.

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