Sobre Zerón pesan acusaciones de obstrucción de la justicia y alteración de pruebas en este caso.
Por supuesto la acusación de Zerón no prosperó, sobre todo por el respaldo internacional del GIEI. Antes bien quedó demostrado el manejo desaseado del caso por parte del titular de la AIC.
Su salida está pronta, pero no fueron los miembros del GIEI los que pidieron su renuncia, es la evidencia la que tiene a Zerón al borde de la denuncia, y si en este país se cumplieran las leyes, estaría a un paso de la cárcel.