Gabriel Arellano López / El proceso electoral en Veracruz sigue contaminándose y emisarios del pasado saltan a la palestra con disfraz de corderos, aunque bien se sabe la clase de lobos que son. El candidato priista Héctor Yunes Landa es el objetivo. Hacerlo sucumbir en las urnas o en negociaciones internas que permitan a esos emisarios volver a posicionarse y reasumir el control de áreas clave de la política estatal.
Hay una perversidad dentro del mismo PRI que va detrás del abanderado de la coalición Para Mejorar Veracruz, a quien se le estaría intentando colocar contra la pared, arrebatándole posiciones estratégicas que después igualmente lo podrían atar de manos.
Yunes Landa va a tener que jugar con gran maestría en este momento crucial, aplicando toda su sabiduría política para no caer en la trampa que se le está tendiendo.
Lo escribimos aquí mismo hace unos días: en Veracruz y en la elección que viene confluyen intereses del más alto nivel político nacional y eso hace permisible que entren al juego toda clase de ambiciones y alfiles, hasta los más indeseables.
Ya se dejan correr las versiones de que Héctor estaría cediendo decisiones y posiciones, y es hora de que sus operadores, sus hombres de confianza, su equipo, cierren filas en torno suyo, que lo arropen y que el trabajo se redoble, porque de otro modo van a dejarlo en manos del enemigo.
Pemex, otra vez la corrupción
Ayer mismo corrieron ya mil y una versiones alrededor de las causas que pudieron dar lugar a la desgracia del miércoles en el complejo petroquímico Pajaritos y muchas coinciden en que de por medio existen situaciones anómalas que el gobierno debe esclarecer.
Estas versiones van desde reportes sobre fallas en las instalaciones que no fueron atendidos por la autoridad hasta la apresurada entrega que se habría hecho de una parte importante de los activos del complejo a una empresa privada, bajo el amparo de la reforma energética.
Lamentable es la pérdida de vidas humanas y el sufrimiento de decenas de heridos, pero más lamentable va a resultar que el gobierno federal eche tierra sobre el caso y, una vez más, la sociedad se quede desinformada y sin respuestas claras y veraces acerca de lo que sucede con una industria que nos dicen que es nuestra pero que, según parece, ya no lo es tanto porque la están entregando a particulares, en ese afán privatizador que mueve a quienes desde el gobierno ven por su interés y el de sus socios y no por el del país.
Sólo resta que también en cualquier momento nos endilguen una comisión de senadores o diputados para dizque investigar las causas de la explosión en Pajaritos. Ya sabemos todos para qué sirven esas famosas comisiones legislativas.
Maestro Zúñiga, sigue cabalgando
Hace unos días trascendió la intención de rendirle un homenaje póstumo al ameritado licenciado y profesor Guillermo Héctor Zúñiga Martínez, quien este sábado cumplirá un año de haberse adelantado en el viaje a la eternidad.
Amigos suyos se reunieron en torno a esta idea que derivó en la propuesta de construir un monumento del ex alcalde de nuestra capital y colocarlo en el Paseo de los Veracruzanos Ilustres, aquí en Xalapa.
Desde luego que se hizo lo pertinente para solicitar el permiso oficial al ayuntamiento, pero el costo de la obra fue financiado por los amigos del Maestro, según lo aclaró ayer Andrés Blancas Portilla, ex colaborador suyo y rector de la Universidad Popular Autónoma de Veracruz (UPAV), una de las instituciones que existen gracias a la visión y el trabajo de quien fuera director de Educación Popular y Secretario de Educación y Cultura.
Es una lástima que frente a un hombre de la estatura del Maestro Zúñiga, con tantos méritos indiscutibles, con tantas prendas que le dieron lustre a él, a Xalapa y a Veracruz por su gran inteligencia, por su fino trato, por su aguda capacidad de discernimiento, por su excelente elocuencia y por tantos otros atributos que lo distinguieron siempre, haya quienes pretendan echar lodo sobre el propósito de honrar su memoria. ¡Qué mezquindad!
Esa gente no merece líneas. Sólo habría que decir que –como El Quijote- aún después de muerto, el Maestro sigue cabalgando y ya les ganó esta nueva batalla.
Peña, Duarte y Osorio
El presidente Enrique Peña Nieto estuvo ayer por la tarde en Coatzacoalcos, para informarse y hablar personalmente con víctimas de la explosión ocurrida en Pajaritos. Vino acompañado por los secretarios de Gobernación, de la Defensa Nacional, de Salud y de Educación Pública, así como la Procuradora General de la República.
Miguel Angel Osorio Chongo llegó desde temprana hora al sitio de la desgracia, encabezando por parte del gobierno federal las tareas de rescate y reordenamiento.
El gobernador Javier Duarte hizo lo propio desde anteayer, luego de conocerse lo sucedido.
Juan Bueno, no al OPLE
El candidato independiente a la gubernatura, Juan Bueno Torio dijo ayer que no firmará el “pacto de civilidad” que promueve el Organismo Público Local Electoral (OPLE) ya que existe una contienda inequitativa que sólo ha creado un ambiente electoral antidemocrático.
Además, hizo ver que él es una persona civilizada que siempre se ha dirigido con respeto a los demás, “la realidad yo soy muy civilista, siempre me he conducido con respeto hacia todas las personas y no necesito firmar ningún pacto para portarme igual”.
Así que consideró que el pacto está de más, porque no están obligados a respetarlo y seguramente quienes no acostumbran ser civilizados no lo harán.
Hay que ver la pobreza de convocatoria que evidencia el OPLE. Nadie lo pela. ¿Será de-antes o de ahora?
Numeralia
1.- ¿Despediría ya el gobernador Javier Duarte al inepto o la inepta que subió la foto errónea de la explosión en Pajaritos cuando el mandatario tuiteó la noticia, anteayer? Se necesita muy poca materia gris para hacer semejante barbaridad.
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