La tragedia de San Miguel Tlalpoalan

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Armando Ortiz / San Miguel Tlalpoalan es una comunidad que está a unos 15 minutos de Altotonga, Veracruz. Antes de llegar a esta ciudad se desvía uno por una carretera asfaltada, después de varías curvas, entre cerros y barrancas está un camino de terracería que conduce a esta comunidad. Las casas están al lado del camino. Los niños cuando ven nuestro auto corren al lado de el sin importarles el polvo que levantamos. Esa tarde acudimos porque unos jovencitos habían caído a una barranca cerca de la escuela primaria Sor Juana Inés de la Cruz. Los jóvenes estudiantes son alumnos de la escuela María Enriqueta Camarillo, escuela telesecundaria que tiene alrededor de 250 alumnos. En 2013 la telesecundaria María Enriqueta Camarillo quedó en el lugar 49 de la prueba Enlace en todo el estado de Veracruz; por arriba de varias escuelas secundarias de la capital Xalapa. Los pobladores de esta zona son en su mayoría agricultores, que mandan a sus hijos a la escuela porque quieren que ellos no sufran “lo que se sufre en el campo”.

El día miércoles 13 de abril, pasadas las 14:00 horas, un grupo de más de 15 jóvenes abordó una camioneta tipo van que después de clases los transporta a sus casas. Narra una de las sobrevivientes que el chofer no se encontraba en la camioneta, “había ido a comprar un agua”. La camioneta estaba estacionada afuera de la escuela telesecundaria, en una cuesta arriba no muy pronunciada. Cabe señalar que hace algunos días las autoridades regaron un poco de piedra blanca, que extendida sobre el camino de terracería ayuda a dar tracción a los vehículos que transitan. Pero la piedra no estaba extendida, a lo largo del camino se ven los montones de piedra blanca que en estos momentos estorba.

Cuando los jóvenes abordaron la camioneta tipo van, ésta, que no tenía freno de mano, se desequilibró y empezó a deslizarse por el camino hacia abajo. Otra de las sobrevivientes dice que una de sus compañeras pasó al asiento del conductor para frenar y tratar de detenerla. Todo fue muy rápido. Lo intentó pero no consiguió aplicar el freno; era una camioneta automática cuyo freno funciona sólo cuando está encendida. La camioneta avanzó en reversa, apagada. Fueron aproximadamente 120 metros hasta que se fue por una barranca. Después de varias vueltas la camioneta se detuvo.

Hasta el momento se contabilizan dos muertos y 12 heridos. Los vecinos de la zona y los maestros de la escuela primaria vespertina auxiliaron de inmediato a los jóvenes. Cuando llamaron a los maestros de la telesecundaria matutina, algunos de ellos ya en sus casas, estos se trasladaron de inmediato. Todavía alcanzaron a ver a sus alumnos prensados en la camioneta, hicieron todo lo posible por auxiliarlos. Llegó protección civil, el ayuntamiento, la cruz roja, los bomberos. Hasta un helicóptero fue por una de las alumnas que se encontraba muy grave y que no podía ser trasladada por tierra.

“¿Cómo lograste sobrevivir?, le pregunto a una jovencita que al parecer resultó ilesa. La jovencita de 12 años, fue la primera que me narró los hechos. “Me hice chiquita y me agaché”, me dijo mientras su madre la abrazaba. No se le veía ningún daño a la niña, caminaba normal, no se quejaba de ningún dolor. La otra niña me dijo que ella no quiso cerrar los ojos, “yo no me dormí, no me quería quedar dormida”. Ella quedó lesionada de su brazo derecho, pero fue de las pocas que fueron dadas de alta esa misma noche. Más tarde llegaron los padres de la niña que falleció en el accidente. Gente sencilla, lloraban desconsolados; los maestros de la telesecundaria, que no se separaron de los familiares, pendientes del estado de sus alumnos le brindaron un poco de consuelo.

¿A quién echarle la culpa? Se dice que al chofer por “ambicioso”, pues llenaba la camioneta a más de su límite. Pero la camioneta nunca arrancó, estaba estacionada. Se dice que un alumno en el juego sacó la velocidad, pero no se puede comprobar. Finalmente lo sucedido es una tragedia, un sucedo imprevisto en el que el ímpetu de unos jovencitos fue el factor que provocó la desgracia. Los jóvenes se subieron en tropel sin considerar las leyes de la física; el vehículo se desestabilizó con el peso y se deslizó hacia abajo.

Algunos quisieron utilizar esta tragedia para golpear al gobernador. Por la manera burlona como nos ha tratado, bien que lo merecería, pero finalmente es una bajeza utilizar el dolor de otros para golpear políticamente al adversario.

Sólo nos queda lamentar lo ocurrido y tomar precauciones para que no vuelva a ocurrir.

Postdata: 1 Mensaje para el Dr. Fernando Benítez Obeso

La directora de la escuela telesecundaria nos reporta la situación médica de algunos de sus alumnos: Hernán, fractura de hombro necesita cirugía para ponerles dos tornillos (falta verificar si lo cubre su seguro popular o se necesita apoyarlos con el costo ya que los tornillos tienen un costo elevado). Itzel, se le realizaron dos tomografías y tiene fractura de pelvis  necesita cirugía para fijar su área pélvica necesita tornillos y al parecer prótesis parcial (la misma situación en cuanto a gastos). Mariana, fractura de brazo, ya casi la dan de alta en el transcurso de hoy. Marco Antonio, se le hizo cirugía de pierna pero presentó inflamación y hematoma importante lo cual ocasionó que una enzima dañina para el riñón se liberará; ya está en piso en observación por cualquier complicación. Esperamos que el Dr. Fernando Benítez Obeso, secretario de Salud, apoye a estos jóvenes, que no los dejen solos con los gastos.

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