El director del IVEC y cliente consentido de “Chico Julio”, Rodolfo Mendoza Rosendo, da una muestra más de su incapacidad como gestor y administrador cultural. Ante la nula política cultural, ante la escasez de proyectos, ante la aridez de ideas, el señor mejor se ha puesto a gestionar descuentos para que sus empleados puedan aprender idiomas en centros de enseñanza particulares. De modo que el trabajo cultural en Veracruz se aterriza en los descuentos que el director obtuvo para que su personal estudie inglés, francés, italiano, chino mandarín, alemán y japonés. Qué gracia, mejor que nos consiga descuentos en “Chico Julio”, para que en la compra de un caballito de tequila nos obsequien una cerveza de 190 mililitros, de esas ampolletitas.
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