Tomás R. Domínguez Sánchez / Con el Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, se han realizado distintas reformas que, como nunca, han transformado el marco legal que nos rige, desde la de derechos humanos con la que cambió el modo de ver al juicio de amparo porque amplió de forma significativa la esfera de protección, hasta las muy criticadas como la educativa que trajo consigo la evaluación docente y la creación de nuevas instituciones dedicadas a la aplicación y control en la “excelencia” docente, y hablando específicamente de la energética, que al parecer lo único que aportó, es la entrada al mercado del país a distintas empresas de la industria de los hidrocarburos, en cuanto a la perforación de pozos petroleros, refinación y venta de gasolina; según la reforma, esto permitirá tener un mercado de combustibles competitivo a la altura de los países de primer mundo.
Esta apertura del mercado de los hidrocarburos ha conseguido que la primera empresa extranjera de venta de gasolina, llamada Gulf voltee a ver a México y decida entrarle de lleno proyectando que para finales de este 2016 tenga presencia en el 26% del territorio nacional abasteciendo a los mexicanos con gasolina de excelente calidad y, como lo dice su eslogan, con litros de a litro; el anuncio se dará justamente el próximo 18 de marzo de este mismo 2016 día en que ha de conmemorarse un año más de la expropiación petrolera en el país, como que es demasiada coincidencia que el aviso oficial por parte de las autoridades y de la empresa inversionista sea precisamente en esa fecha, ¿no?
La empresa gasolinera Gulf tiene asiento en el estado de Texas, sí en nuestro vecino país del norte, y fue inaugurada en el año de 1901 su principal característica es la de ser patrocinadora de la fórmula uno de los que destaca que en 2013 el apoyo al Rally Comunidad de Madrid/RACE y al Rally de España Histórico, así como a las escuderías Reebok Sport / Gulf Historic Team y Amazon Sport, además su política de autoservicio es bastante atractiva porque es de esas gasolineras, como las que salen en las películas norteamericanas, en donde vas a una tienda y le pides al despachador tu gasolina, le pagas y él mismo te indica cual bomba de gasolina es la que está ya desbloqueada para que puedas tomar la manguera y llenar tu tanque que por supuesto solo te proporciona lo que has pagado, resaltando que se debe pedir por litros y si necesitas aire para tus llantas, tendrás que insertar una moneda para activar el compresor por unos minutos. Pero para el país está contemplando prestar el servicio tradicional tal y como lo presta actualmente Pemex; la empresa gasolinera no está pensando abrir estaciones nuevas, es decir, tendrá acercamiento con los actuales concesionarios de la paraestatal para que se cambien de empresa.
Lo cierto de todo esto, es que la llegada de la empresa extranjera no servirá de mucho, ¿Por qué? Pues simple, se supone que con esto se pretende tener una competencia de mercado para que el usuario pueda escoger en dónde carga combustible, no es así, ya que el precio de venta de gasolina está regulado por el Estado de modo que Gulf solo será una extensión de Pemex porque no podrá poner cualquier precio, y se supone que se emitió un decreto el cual establece que el precio de la gasolina se liberara en 2018; cabe resaltar que a principios de este año se había propuesto adelantar la liberación para este año, cosa que por supuesto no sucedió porque qué caso tendría liberar el precio de algo que solo lo vende una sola empresa. La idea de dejar hacer, dejar pasar, es decir, permitir que el mercado funcione por si solo sin la intervención del estado es muy buena, ya se encargó de demostrarlo Adam Smith, porque permitiría la sana competencia entre las empresas y así se podría ofrecer un mejor precio a los consumidores, así que a esperar 2 años más para ver si las nuevas empresas gasolineras serán un buen rival para Pemex.
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