Los nuevos seudo líderes de Xalapa

- en Opinión

Luis Ramírez Baqueiro / 

“Si quieres gozar de una buena reputación

preocúpate en ser lo que aparentas ser.” – Sócrates.

Unas verdaderas fichitas resultaron ser algunos supuestos seudo líderes que han saltado en últimos meses a la palestra pública de Xalapa, ya no basta encausar una noble intensión social, no de lo que ahora se trata es de ver que mejor raja se obtiene de la nueva industria de la protesta y la manifestación.

Esa que pusiera de moda el gobierno de Javier Duarte con el afanoso apoyo de su ex secretario de Gobierno, Gerardo Buganza Salmerón, ese que muy orondo salió mentando madres y acusando a todo el aparato estatal de estar coludidos en una intentona de mafia jarocha –nada que ver con la italoamericana, o cuando menos la siciliana- que ha controlado el estado en su afán de perpetuarse en el poder.

De esta manera no nos extraña en lo absoluto que a lo largo de la presente administración estatal la industria del plantón y la protesta se convirtiera en una fuente garantizada de ingresos para los seudo líderes de las agrupaciones, que patito o no aparecieron por todo el estado.

Pero en Xalapa la cosa se cocina aparte, tan solo en los últimos cinco años, los habitantes de esta Ciudad de las Flores, nos hemos tenido que chutar la nada agradable cantidad de más de siete mil manifestaciones, plantones y bloqueos por el incumplimiento de obras, acciones, programas y lo que guste y mande.

Pero a ello, debemos también observar que el saqueo desmedido ha tenido buenos dividendos, tanto para los funcionarios de gobierno como para los seudo líderes, y solo para muestra un botón, el periodista Edgar Hernández en su Columna Línea Caliente del pasado 26 de febrero de 2015, anotaba bajo el título de “Las raterías de Antonio Luna” lo siguiente: “Vino el estira y afloja, las consultas correspondientes, la movilización de la maleta y ¡oh milagro!, el acuerdo político: tres millones de pesos en efe y por adela mismos que entregaron a Luna en legendaria maleta negra a un ladito del atrio de la catedral fuera de las miradas de los incómodos periodistas.

Billetes de a mil hasta sumar los tres millones fueron el resultado de la “negociación, diálogo y concertación” con este “luchador social” que cada días nos recuerda las injusticias de la época de las conquista española y las rapacerías de Carlos Salinas y el “¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos de regreso!

Antonio Luna, amigo de verdad de los periodistas a quienes gritonea e insulta cada vez que los encuentra, ya advirtió que va a regresar con sus incondicionales a la Plaza Lerdo, porque estamos cansados de ver a una nación con hambre y sed de justicia.

De esta manera quedo al descubierto que organizaciones como los 400 Pueblos de Cesar del Ángel, o Los Cardenistas de Antonio Luna trabajan para eso y para ser empleados por el estado en la contención de otro tipo de expresiones sociales, esas si verdaderas y reales.

A este virtuoso circulo de personajes que no líderes, se une un nuevo grupo de Xalapa, un trío de malandrines que no dirigentes sociales, empecinados en convertirse en los nuevos millonarios de la noche a la mañana, para ello, se han dado a la tarea de opinar y vociferar a diestra y siniestra, sin autoridad de ningún tipo, sin legitimidad social y lo peor, con antecedentes delincuenciales que ruborizarían a más de uno.

Estas blancas palomitas, que así como llevaron se habrán de ir, son quienes conforman y encabezan el Comité de Vecinos para la Defensa del Centro Histórico y otra con el nombre de Coalición de Comités Vecinales de la ciudad de Xalapa.

Estos tres defensores de las buenas causas son un tal José Luis Martínez Corona, Citlali Daza Luna y Constantino Villa Rivas, todos con pasados e historiales más delincuenciales y criminales que de personas con la calidad moral, siquiera para levantar la voz en defensa de nadie.

Pero vayamos por partes, ¿Quiénes son ellos? ¿Qué significan esas falsas asociaciones que dicen representar? ¿Con qué se come? ¿Dónde están registrados? ¿A quiénes representan?

Recientemente nos dimos a la tarea de indagar ante las autoridades de la Secretaría de Relaciones Exteriores y nuestras fuentes nos reportan un panorama que lo va a dejar más que frio, resulta que legalmente ambas agrupaciones no existen y ni siquiera pueden emplear esos nombres, mucho menos acreditarse como líderes de nada, por el contrario pueden ser ya sujetos de una denuncia penal por la usurpación de funciones y falsificación de Asociaciones Civiles.

Lo interesante del asunto es que estos sujetos, que se dicen defensores de la patria chica, lo mismo protestan por un conflicto en Úrsulo Galván, como en Los Sauces, aludiendo que son de ahí, cuando tampoco esto es cierto, pero da lo mismo si la protesta sale de El Dique, la Revolución o la Carolina Anaya, también se vuelven voceros de esa zona.

Sumamente grave que sujetos con oscuros historiales pretendan confundir a algunos medios de comunicación quienes sin mayor conocimiento toman sus declaraciones como verdades y por error los encumbran en sus minutos de gloria, cuando estos sujetos viven las peores aberraciones humanas, con historiales ligados al hampa común.

Nuestras fuentes afirman que el tal José Luis Martínez Corona fue literalmente despedido de una Oficina de la ahora Fiscalía General del Estado con acusaciones de corrupción y acusado por prácticas de carácter sexual, y no precisamente con damas.

Seguramente ¿usted recuerda aquel video que circuló en las redes de una oficina de la entonces Procuraduría General de Justicia del Estado?

Se sabe que este personaje Martínez Corona mando a grabar a su compañero en venganza por haberle engañado con una femina, de ese tamaño es el sujeto.

Ahora para dejar atrás sus vicios y aficiones le dio por emprender un romance con Citlali Daza Luna, -la que se afirma es casada- pero aprovecha el tiempo libre que le da su trabajador esposo al montarse en una plataforma de PEMEX en Ciudad del Carmen, Campeche, para convertirse diría la canción en la pareja ideal a favor de las causas de Xalapa.

La incongruencia es el común denominador de tan simpática pareja, la cual afirma vivir en El Dique cuando en realidad vive en la Colonia Salud, los vecinos están cansados de sus constantes escándalos, pues todas sus andanzas sexuales son del dominio público, lo que ya mortifica a los vecinos.

Aseguran quienes tienen la desfortuna de vivir cerca de su casa que la seudo lideresa es de gustos un poco exóticos y por ello es común o encontrarla bajo los influjos de alguna bebida espirituosa, como con su gusto exquisito por la hierba de moda –esa que solo pueden bajo amparo consumir cuatro personas en el país- o sus toquecitos de cocaína para regresar de la borrachera acostumbrada.

Más grave aún cuando una persona con tremendo historial y antecedentes, se pretende convertir en líder de vecinos, con esos antecedentes. ¡Por favor, a otro perro con ese cuento! Que hasta en los perros existen razas.

¿Y qué decir de Constantino Villa Rivas?

Su expediente es grande también, al grado de resultar otra verdadera fichita, con varias denuncias penales en su contra y uno que otro escándalo mayor en donde se encuentran involucrados diversos ex funcionarios públicos.

Pero el hombre ha tenido tanta suerte que ahora quiere aparecer como defensor de vecinos y líder de colonias, hágame usted el favor. Con qué clase de delincuentes nos encontramos.

Así que antes de confiar en seudo líderes de tal calaña, mejor sería buscar denunciarlos por la serie de violaciones y faltas que constantemente realizan, ojalá que el regidor Heriberto Ponce Miguel ya no les siga dando cuerda, y al menos este enterado de todas sus fechorías, pues es tal la amistad con el que en gratitud aseguran, no lo colocaron en las mantas que fueron a poner en Ruiz Cortines acusando a los funcionarios municipales de una serie de improperios por no satisfacer su única demanda… dinero.

Al tiempo.

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