Luis Ramírez Baqueiro /
“El odio es la venganza del cobarde.” – George Bernard Shaw.
A pesar del empeño puesto por el precandidato del PRI al gobierno de Veracruz, Héctor Yunes Landa a su nominación y campaña, el sentir ciudadano y de los correligionarios priistas es de un lento inicio de campaña, los eventos la sensación que permea entre la ciudadanía muestran a diferencia de otros años la falta de empuje que le imprime el respaldo institucional – ese que da el aparato de estado- y que por ningún lado se percibe.
Héctor lo sabe, por ello no le extraño que el propio Alberto Silva Ramos hubiera sostenido un encuentro con el presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PRD, Agustín Basave a horas de haber dejado la dirigencia Estatal del PRI.
De buena fuente se sabe que el encuentro tuvo como objeto transmitirle un mensaje del primer priista de Veracruz, en el entendido de que el no apoya, ni apoyará el proyecto Hectorista, a cambio de recibir inmunidad para él y su familia.
El tema del diferendo no es otro que el no poder obtener de parte de Yunes Landa concesiones a las pretensiones del mandatario estatal, toda vez que desde Casa Veracruz se pretendía cooptar al menos 16 de las posiciones dentro de la lista de candidatos a diputados locales.
Para ello, el equipo del precandidato priista apuesta todas sus canicas, en la impronta de no abrir tampoco ningún tipo de acuerdo o negociación con su primo hermano Miguel Ángel Yunes Linares, para ello, ha comenzado a convocar a destacados intelectuales entre los que destacan los economistas Hilario Barcelata y Rafael Arias Hernández, así como a integrantes de instituciones públicas para el diseño de una estrategia que lo inmunice contra el piquete del veneno duartista.
Aun cuando las dirigencias de su partido han logrado sacar avante la Alianza con los partidos Verde Ecologista de México, PANAL, AVE y Partido Cardenista, el apoyo institucional al que estaría comprometido el gobernador Duarte de Ochoa, sigue sin llegar.
Aun cuando ya muchos comienzan a lanzar nombres de posibles candidatos a los diversos distritos la realidad es que la decisión final la tendrá el propio Héctor Yunes, aun cuando en este momento ya se tendrían al menos dos nominaciones aseguradas, una para Juan Nicolás Callejas Roldán por la vía plurinominal y la otra para Rocío Peña por el distrito de Coatzacoalcos II como respaldo al gremio magisterial.
La crisis institucional que enfrenta la entidad, sumada al hartazgo ciudadano comienzan a gestar el escenario predecible de una posible derrota, si de inmediato no ejecutan desde Los Pinos una estrategia para retirar de la plaza todo rastro de duartismo posible, pues los resentidos del sistema y aun peor los más ladrones del mismo ya le susurran al oído al precandidato panista con tal de salvar el pellejo.
Por eso advierten que el mismo Héctor Yunes afirma, ¡con esas ayudaditas Javier!, ¡mejor no me ayudes!
Al tiempo.
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