Alianza PAN – PRD, hasta el sábado

- en Opinión

Luis Ramírez Baqueiro /  

“La obra política más difícil es obtener la confianza antes que el éxito.” – Napoleón.

Va de primicia… fuentes bien enteradas al interior del Partido de la Revolución Democrática (PRD) nos aseguran que por falta de acuerdos o porque simplemente los números no les dan a los que pretenden a toda costa concretar una alianza al interior del PRD, el Consejo General del Sol Azteca determina que será hasta el sábado y no este jueves cuando se decida la posible coalición con el Partido Acción Nacional en Veracruz.

Así que el futuro de Agustín Basave Ibáñez, líder nacional del PRD seguirá en el limbo ante el rechazo de un fuerte segmento de este partido a ir en coalición con los panistas, y es que lo que afirman tiene ciertamente mucho más de fondo que la impronta acción de resolver algo que en el futuro les será contraproducente, pues darle pie a esta coalición es poco más que aventarse una camionada de tierra en su ya complicado futuro.

A través de este mismo espacio, le hemos informado desde semanas atrás que al PRD Nacional por ningún motivo le conviene concretar una alianza que en el futuro inmediato le descomponga el escenario nacional al presidente Enrique Peña Nieto.

Y es que para la oposición no es lo mismo ser gobierno, que siempre estar en la confronta, en donde simplemente se señala y se consiguen muchísimas más canonjías, pues el reto de gobernar un estado como Veracruz, es por si solo complicado y más si no existe un acuerdo firmado en donde se garantice un cogobierno entre ambas fuerzas políticas.

Es de todos conocido la propensión de los panistas de jugarle también a la pirinola, al puro estilo del gobierno de Javier Duarte, ese nuevo estilo de ejercer el poder y de llevarse todo lo que en las arcas se resguarda.

La posición del senador y coordinador de la bancada del PRD en el Senado, Miguel Ángel Barbosa al asegurar que sería un error irreparable del PRD aliarse con el PAN en 2016 y 2017.

El legislador ha resaltado que “quien compite a nivel local de manera real es el partido del candidato que encabeza la alianza, no los otros, y cuando se gana está demostrado que quien se queda con el poder político es el partido del candidato triunfador”.

La oposición política en el 2018, dijo, debe competir unificada en su bando o tendencia, es decir, la izquierda con izquierda y la derecha con la derecha.

Resaltó que el partido que no encabeza queda desmembrado y pierde capacidad organizativa.

De igual modo, el senador perredista Armando Ríos Piter aseguró, en conferencia de prensa, que lo que puede implicar la muerte del PRD es ir en alianzas con el PAN.

“Implicará que se desdibuje en el 2016, que ahí donde participe y supuestamente gane termine toda la estructura del partido orientada hacia el partido que realmente gane, ya se dijo que quien termina ganando en una coalición es el partido al que pertenece el candidato en turno, esto lo han demostrado las alianzas previas. Nosotros lo que creemos es que ir en esas alianzas en el 2016 va a significar una muerte progresiva, yo lo llamaba un suicidio del partido”.

El coordinador de los senadores perredistas sostiene categórico que el PRD debe reconstituirse con alianzas únicamente con partidos de izquierda o ir solo a los procesos electorales, pero no junto con un partido de derecha.

“Desde la dirección nacional del PRD se debe tener una visión estratégica como partido de oposición de izquierda y no como instrumento para conservar el poder político de municipios e inclusive de algunos estados.

Y pidió al partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) “debe abandonar la soberbia política, sin ser parte de una izquierda unida no le alcanza a nadie para ganar la Presidencia de la República en el 2018. En 2016 y 2017, en esos años, en las contiendas electorales, Morena debiera ser integrante de un frente progresista y de izquierda”.

Advirtió que la estrategia del PRI es provocar la difuminación de la oposición, ya que quiere una izquierda dividida y una derecha fragmentada, además de que todas sus acciones están puestas en detener a Andrés Manuel López Obrador.

En 2016 y 2017, abundó el senador poblano, el PRI apuesta a sus gobernadores, a sus aliados y a su voto duro y “para el 2018 quieren alcanzar el tercio de la votación que, con una oposición difuminada o dividida, estaría por arriba de cualquier competidor”.

Señaló que las alianzas PAN-PRD serán el desdibujamiento del PRD como alternativa democrática diferente y como proyecto de nación posible, “dejando a Morena el segmento de izquierda de la sociedad”.

Remarcó que la oposición política al actual gobierno debe entender y accionar para participar unificada en la tendencia ideológica a la que pertenece, “no hacerlo, sería darle argumentos al partido en el poder y sería ser funcionales a la estrategia que están desarrollando el PRI y el Gobierno, que es la división de la oposición”.

De Agustín Basave, presidente nacional del RD, Barbosa dijo: “Respaldamos a Basave, como presidente nacional y sus acciones que tome, pero en el marco de un partido democrático, en el que las decisiones se toman por mayoría y no por una persona”.

Ante este escenario queda claro lo que a lo largo de los meses le hemos venido señalando, las coaliciones entre conceptos políticos tan antagónicos no favorece en nada la gobernabilidad de una entidad, por ello, desde el principio hemos sostenido que el futuro de este tema es que no habrá futuro.

Las posibilidades para que actores políticos perredistas puedan de manera formal presentar sus propuestas por un gobierno de izquierda, y no un remedo por simplemente basarse en las encuestas, está más viva que nunca en la entidad, perredistas veracruzanos afirman que ya tienen su santo y se llama San Francisco Valencia.

Al tiempo.

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