La pelea por la alianza

- en Opinión

Filiberto Vargas Rodríguez / Desde que se tiene memoria, en México los temas de política se pintan del color que interese o convenga a los protagonistas.

La misma circunstancia narrada por personajes contrarios, quedará plasmada de forma diametralmente opuesta y al final, en el juicio de la historia, habrá de prevalecer la versión del vencedor.

Desde el año pasado tanto el neo-panista Miguel Ángel Yunes Linares, como el dirigente estatal del PRD, Rogelio Franco Castán, han insistido en que la alianza de azules y amarillos “es un hecho” y que con ella habrán de expulsar del paraíso… perdón, de Palacio, a las hordas priistas.

La postura, sin embargo, contrasta con la manifestada esta semana por el dirigente nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD) Agustín Basave, quizá el más convencido en el Sol Azteca de la importancia de que ese organismo político construya alianzas para los procesos electorales del presente año.

Especialmente en el tema de Veracruz, Agustín Basave advierte que no hay acuerdos aún:

“No se ha aprobado la alianza en Veracruz. Estamos en pláticas, en diálogos, yo en lo personal acabo de manifestar que estoy a favor de ello, pero no hemos acordado nada. Los únicos dos estados que ya acordamos PAN y PRD y que además avalaron nuestros órganos colegiados, fueron Zacatecas y Durango”, dijo.

La pertinente aclaración del dirigente nacional del PRD coincidió con abiertos señalamientos en tierras veracruzanas, y en la capital del país, contra personajes que –según los propios interesados- están tratando de sabotear la alianza.

Miguel Ángel Yunes Linares, el mismo que en el 2015 dijo que la alianza ya era un hecho, ahora señala a Javier Duarte de están “gastando el dinero de los veracruzanos” para corromper a perredistas y destruir ese acuerdo.

Rogelio Franco, conocido por su fama de “perredista rojo”, esto es, por ser incondicional del gobierno priista de Veracruz, ahora denuncia que ha habido “ofrecimientos” a influyentes grupos del PRD en el Comité Nacional, para que le nieguen su aval a la alianza.

En especial señaló al líder de la agrupación “Alternativa Democrática Nacional”, Héctor Bautista, de ser quien encabeza las manifestaciones en contra de esta negociación en Veracruz, al interior del PRD.

La columna Bajo Reserva, del periódico El Universal, retoma los señalamientos contra Héctor Bautista:

“Bastante claro tiene la dirigencia del PRD, a cargo de Agustín Basave, el nombre del distinguido militante que se ha dedicado a sabotear las alianzas electorales que el perredismo ha venido construyendo con el dirigente panista, Ricardo Anaya. Nos dicen que es el responsable de haber filtrado un audio de una reunión del Comité Ejecutivo Nacional amarillo, donde don Agustín amaga con renunciar a la presidencia del partido si no se concretan los pactos electorales para Tlaxcala y Puebla. Al interior del perredismo lo identifican como Héctor Bautista, ex secretario general amarillo, nos aseguran. Sin embargo, él lo niega bajo el argumento de que hace ‘política abierta” y está en contra de firmar alianzas ‘con los ojos cerrados’”.

Los señalamientos de Franco y Yunes Linares contra presuntos saboteadores de la alianza, dejan claro que las negociaciones están estancadas, que a pesar de que el dirigente nacional se manifiesta a favor de acuerdos pragmáticos, un fuerte sector del perredismo en el país se opone a compartir candidaturas y campañas con Acción Nacional.

Enrique Aranda, del periódico Excélsior, confirma que los dirigentes del PRD y del PAN buscan retornar a la mesa de negociaciones, aunque advierte que primero buscarán definir la identidad de quienes habrán de representarles en la puja por las gubernaturas de Zacatecas y Durango y, luego, intentarán “dar pasos adelante en su esfuerzo por concretar la eventualidad de lanzar candidatos comunes en Veracruz, Puebla y Oaxaca donde, al igual que en las entidades citadas, el repudio a tales arreglos no es menor”.

Advierte que, particularmente en Veracruz, “la renuncia de cuadros de primer nivel —Juan Bueno Torio— a la militancia blanquiazul, por ejemplo, o en Oaxaca a la intención de imponer un abanderado desde la sede nacional perredista, parecen haber puesto en entredicho las (pragmáticas) alianzas que en algún momento se dieron por hecho y que, por otra parte, poco o nada garantizan en materia de resultados”.

En síntesis, la alianza PAN-PRD en Veracruz sigue sin concretarse. Podrían llegar a acordarla, pero ahora está más claro que existen fuertes resistencias al interior de ambos partidos y resultará muy complicado superarlas.

Para el PRD queda una salida, mucho más congruente con sus principios básicos: La construcción de una alianza con las organizaciones de izquierda.

El PAN sólo tiene de dos sopas: O va con el PRD, o va solo.

Muy pronto lo sabremos con certeza.

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