Luis Ramírez Baqueiro /
“El pobre no es el que tiene poco, sino el que desea más.” – Séneca.
Arranca el 2016 y nuevamente retomamos este ejercicio periodístico, deseándole que este año se vean cumplir todos sus sueños y anhelos, esperando que quienes ya no están entre nosotros, nos iluminen desde el cielo, y que la salud y el trabajo colmen a nuestras familias.
En esta primera entrega del año he querido reflexionar sobre la obcecación de algunos políticos veracruzanos por querer ocultar el sol con un dedo, por pensar que la sociedad veracruzana en su conjunto es idiota, o simplemente tiene una nuez por cerebro.
Y es que la necedad con la que continúan abordando el tema de la sucesión es tal, que ante lo evidente continúan guardando la esperanza de arrebatar al interior de priismo una candidatura casi cantada para el senador Héctor Yunes Landa, y con ello, poder cumplir con un posible proyecto de ocho años en donde otro integrante de ese partido con el mismo apellido de continuidad a un posible proyecto de gobierno.
La emisión de comunicados intentando descalificar el hecho es tan burda y absurda que ofende, aun más, calumniando y desacreditando a periodistas reconocidos, por el simple hecho de no comulgar más con sus falaces mentiras.
Lo grave de este asunto es que cuando en Veracruz existe la más alta probabilidad para que la alternancia se dé, los integrantes de la fidelidad continúan sentados en la burbuja de confor que les ha dado el continuismo político traducido en un aberrante saqueo, descomposición social, y por supuesto crisis de gobernabilidad a la que estos hijos de la fidelidad han conducido a la entidad, que piensan que la sociedad va a revalidar sus raterías.
Es altamente probable que en el próximo proceso electoral, la peor de las tragedias político electorales se den en Veracruz, y con ello se acaben cerca de 85 años de mandatos priistas.
El posible verdugo de todas estas calamidades aguarda, afilando la guadaña, y a sentenciado que robará del rostro de algunos las sonrisas para confinarlos al obscuro y frio exilio que brindan las mazmorras de algún centro de reinserción social en el estado.
Grave, muy grave si con ello observamos que el nivel del discurso político se centra en comprobar de uno y otro lado el nivel de las pillerías que han realizado, sin que hasta hoy exista una sola expresión de propuesta y oferta política real.
De igual modo, la posible alianza opositora entre el PAN y el PRD pareciera que será finalmente descarrilada, aun cuando muchos la daban por sentada, Agustín Bazave y Ricardo Anaya simplemente no expondrán a una franca desbandada el proyecto presidencial priista en Veracruz, al menos, no es la cruz que quieran cargar en ningunas de sus parroquias aun cuando de antemano saben que la posible llegada de Miguel Ángel Yunes Linares al gobierno bianual es inevitable.
Así las aspiraciones de candidaturas como la que ha expresado un segmento del PRD sería posible en manos de Paco Valencia, aun cuando muchos insisten en que no sería así, pero recuerde que aquí desde hace meses se lo adelantamos.
Así pues, mientras el actual secretario de Gobierno, Flavino Ríos Alvarado intenta a como dé lugar hablar de gobernabilidad por todo Veracruz, desmintiendo que existan grupos subversivos o guerrillas en la entidad, los muertos y desmembrados le aparecen a diestra y siniestra por todo el territorio estatal y eso a pesar de lo que intente expresar es sin lugar a duda “ingobernabilidad”.
Así pues arranca el 2016, un año con miles de retos y objetivos que muy seguramente pasará a la historia como el año de la alternancia en Veracruz.
Al tiempo.
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