Luis Ramírez Baqueiro /
“Con audacia se puede intentar todo, más no conseguirlo todo.” – Napoleón.
Veracruz el estado que ya cambio, enfrentará en los próximos meses el desarrollo de campañas electorales para la sucesión del gobernador del Estado, así como la conformación de la nueva Legislatura, y ante esto, los partidos políticos comienzan a tocar los tambores de guerra replegándose para la batalla.
En el frente oficial los priistas buscarán como ya es costumbre apoyarse de su partido satélite favorito el Verde Ecologista, considerado el peor partido de México, resultado de sus constantes cochinadas para enfrentar comicios electorales los cuales le han costado a su dirigencia nacional millones de pesos en sanciones por parte del Instituto Nacional Electoral (INE), sin que hasta ahora este en riesgo su registro como partido político.
De esta manera los priistas buscarán coaligarse de todos los partidos morralla que coexisten en la entidad, así pues, se sumará a la propuesta Alternativa Veracruzana (AVE), que encabeza el biólogo Alfredo Tress Jiménez, el Partido Nueva Alianza, ese que tripulan los maestros tras la intentona de Elba Esther Gordillo de revelarse al gobierno Federal, el Partido Cardenista del nefasto Antonio Luna.
Aun con ello, el dirigente del PRI en Veracruz, Alberto Silva Ramos, sabe que sus sueños de opio por ser gobernador se esfumaron, abocado en lo que le toca solo ha alcanzado a señalar que Veracruz no es un botín como para que los partidos quieran obtener el poder por el poder, sin importarles el bienestar de la ciudadanía con una supuesta alianza que no es más que una vacilada y que ni siquiera cuenta con el apoyo de sus propios militantes.
El también Diputado federal teme una alianza entre PAN y el PRD en Veracruz recientemente el Diario Reforma público que el PRI en Veracruz ocupa la tercera posición en la tendencia al voto, por lo que pondrá todo su capital en juego y la cárcel se avizora al final del camino.
Aun cuando Rogelio Franco y Pepe Mancha han trenzado su compromiso, el último dicho lo tendrá la dirigencia Nacional del PRD, que encabeza Agustín Basave quien no apuesta por esta alianza, sabedor del valor estratégico de la entidad y porque con ello, le puede descomponer todo el escenario político al mismo presidente Peña Nieto, con quien mantienen el dialogo y con quien pierde todos los acuerdos o beneficios de ser oposición.
Apenas este miércoles el prestigiado columnista Ricardo Alemán señalaba en su colaboración para el Diario El Universal que El PAN entregará Colima al PRI; ¿Zacatecas será de Morena?
Describe claramente como el novel dirigente del PAN Ricardo Anaya pretende ante todo cometer lo que se podría calificar como parricidio político al aplicarle una traición al que se piensa es su padre político, Gustavo Madero.
Y es que el joven maravilla —como gusta Ricardo Anaya que lo llamen—, se ha propuesto aplastar a todos “los hijos políticos” de Madero –incluido Miguel Ángel Yunes Linares- para, con ello, cimentar en el partido azul “la camada” del nuevo jefe de Acción Nacional.
Se trata, en pocas palabras, de una maniobra natural en la política de todo el mundo: la traición y asesinato del padre político para que, con ello, “el nuevo jefe de la manada” pueda crear su propia estirpe.
Pero otros dicen que, en realidad, es parte del suicidio político que —también natural en política— hace posible la regeneración de las especies políticas. Dicho de otro modo: que cuando un político elige sucesor, en realidad elige a su propio verdugo.
De este modo Jorge Luis Preciado no será gobernador y le allanaran el camino para que Ignacio Peralta se alce con la victoria al gobierno de Colima.
Y de Zacatecas ni hablar, pues se sabe que la plaza será para Morena, quienes nunca opusieron resistencia mediante plantones y manifestaciones ante las Reformas Estructurales que se aprobaron, por lo que el pago estará garantizado.
Así que las posibilidades de que el PAN no se logre aliar con el PRD en Veracruz son muy altas, y por consiguiente las aspiraciones de personajes como Paco Valencia están más vivas que nunca, al intentar aglutinar a las izquierdas.
El reciente encuentro entre el gobernador Javier Duarte y Silvano Aureoles confirma que a pesar de no ser ni su candidato, el ejecutivo veracruzano prefiere que su partido compita con Valencia García y contra el gallo azul que pongan enfrente.
Al tiempo.
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