El daño al PRI

- en Opinión

Luis Ramírez Baqueiro / 

“No hay otro camino para la madurez que aprender

a soportar los golpes de la vida.” – Shakespeare.

Por increíble que parezca el daño que el gobernador Javier Duarte ha causado al Partido Revolucionario Institucional (PRI) ya está hecho, no hay vuelta atrás, las encuestas lo afirman, las realidades también, la actitud de emperador asumida por el primer priista del estado, genera las condiciones para provocar una debacle de proporciones épicas.

Empecinado por impulsar la candidatura de Alberto Silva Ramos, actual presidente de su partido o en su caso a Erick Lagos Hernández, dejó de lado la realidad que enfrenta el Veracruz que gobierna.

Y es que a pesar de los claroscuros de su mandato, la confianza y la soberbia demostrados son la clara evidencia de que algo está mal a pesar de que muchos de sus cercanos afirmen que se encuentra de buen ánimo y como si aquí no pasase nada.

Aun cuando en los claros, el mandatario estatal ha sido el gobernador más exitoso en materia de resultados electorales en la historia de Veracruz, los oscuros rayan en lo inverosímil, robos, secuestros, levantones, deuda, nula obra pública, etc.

El diferendo reciente con el director del Diario Notiver lo confirma, el mismo Alfonso Salces Fernández lo refiere al sugerirle que consulte a un médico pues afirma “su problema es mental” y va más allá, asegura que el mandatario estatal padecería paranoia, hebefrenica con catatonia.

Algunas semanas atrás alguien habría confirmado que el gobernador padecía un problema de salud mental, que lo hacía ver una realidad que no existe, en su momento desacreditamos dicha versión por parecernos fuera de sí, pero tras la suma de incidentes con los mismos militantes de su partido, que siendo fuertes contendientes a sucederlo habrían recibido de su parte una serie de traiciones y agravios que parecieran confirmarlo.

Esta circunstancia ya preocupa en México donde tanto el líder nacional del PRI, Manlio Fabio Beltrones como el titular de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong afirman que no saben a qué juega o que pretende el mandatario veracruzano.

Este domingo durante el desarrollo de la Sesión Extraordinaria del Consejo Político Estatal de su Partido, el gobernador Duarte de Ochoa aseguró que la fórmula del PRI para ganar elecciones son las alianzas y ellos no las hacen como un «acostón» sino como un matrimonio con todo el pueblo veracruzano.

En franca alusión a la inminente conformación de una posible Alianza entre el Partido Acción Nacional (PAN) y el de la Revolución Democrática (PRD) que llevaría como abanderado al su principal enemigo, Miguel Ángel Yunes Márquez, muestra ese gran haló de soberbia pues comparar esta alianza como un simple acostón es ejemplo de que para el eso y menos que nada representan su oponente.

Algunos aseguran que este nuevo revés coloca la situación más tensa que nunca entre el senador Héctor Yunes Landa y el mandatario estatal, quien llegó recientemente a comentar que el elegir candidato basado en un proceso de selección es una reverenda mamada, expresión desproporcionada viniendo de quien se trata.

Es por ello, que la lectura tras la aprobación mediante el método de Convención de Delegados de Partido para el sucesor de Javier Duarte reflejan esa intensión de arruinarle el pastel a los dos senadores priistas.

De igual modo, aun cuando algunos afirman que la decisión favorecerá a Héctor Yunes Landa, otros acelerados, levantan banderas a favor de Alberto Silva, aun cuando en este tema, no conviene más que esperar, pues será el presidente Enrique Peña Nieto y no otro quien decida el destino del PRI en Veracruz.

Así que las chaquetas mentales y las acciones desenfrenadas, lo único que provocan es fracturar y dañar más al PRI, en los números recientes encuestas aseguran que el Revolucionario Institucional por si solo se coloca ya en la tercera posición de las preferencias electorales, así que aguas porque el PAN viene por todas las canicas, aun cuando en la visión del gobernador Duarte afirme lo contrario.

Al tiempo.

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