La alianza que no va

- en Opinión

Filiberto Vargas Rodríguez / El primero en pronunciarse abiertamente en contra de una alianza entre el PRD y el PAN en Veracruz, que lleve como candidato al expriista Miguel Ángel Yunes Linares, fue el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas.

Figura emblemática de la nueva izquierda en México, fundador del partido del Sol Azteca, y quien renunciara a su militancia en el 2014, luego de que el entonces dirigente nacional de ese organismo político, Carlos Navarrete Ruiz, rechazó su llamado a que renunciara por la crisis que provocó el caso Ayotzinapa, Cuauhtémoc Cárdenas calificó de “absurda” una alianza entre el PRD y el PAN en Veracruz, pues “el candidato que pretenden apoyar es, desde mi punto de vista y por experiencia personal, carente de ética”.

Junto a Cuauhtémoc Cárdenas estaba el Senador Alejandro Encinas (otro que renunció al PRD por diferencias insalvables con el entonces dirigente Carlos Navarrete) quien apuntó que con la postulación de Yunes Linares como candidato del PRD se incurriría en un acto de incongruencia: “No veo cómo justificarían la postulación de un candidato que persiguió y reprimió al propio PRD”.

Posturas severas, sí, pero en todo caso que corresponden a personajes de la política que hoy ya no militan en el Partido de la Revolución Democrática.

Agustín Basave, actual dirigente nacional del PRD y quien más ha ponderado el peso político de Cuauhtémoc Cárdenas al interior de ese partido, ha advertido que “en casos excepcionales” el Sol Azteca estaría de acuerdo en hacer alianzas electorales con el PAN.

Veracruz parece ser uno de esos casos.

Sin embargo, a principios del presente mes los senadores perredistas (esos sí militantes y con todos sus derechos a salvo) reclamaron a Agustín Basave la decisión de impulsar alianzas con el PAN para algunos de los comicios de 2016 y advirtieron sobre el riesgo de que el PRD se desdibuje, reduzca su votación y, en consecuencia, se fortalezca al partido de Andrés Manuel López Obrador, Morena, como fuerza de izquierda.

“Considero que es una equivocación, creo que es un suicidio político para el 2016, porque la gente va a perder claridad sobre nuestra propuesta política, va a perder la identidad de izquierda el partido», sentenció el senador Armando Ríos Piter, quien agregó: “Estaremos sembrando para entregarle a una parte de la militancia al PAN, en el horizonte del 2018, y la otra que siga buscando identificación de voto de izquierda, se irá a Morena”.

Y no son los únicos que se oponen a esta, la llamada “alianza contra natura”.

Esta semana ciudadanos que representan al perredismo veracruzano, dirigentes, legisladores, presidentes municipales, síndicos y regidores, firmaron una carta abierta dirigida a su dirigente nacional para advertirle que rechazan la alianza PAN-PRD.

En el desplegado califican de “inconcebible”, que un partido que es y nació para enarbolar las mejores causas de la izquierda mexicana, pretenda ahora abanderar -en el caso de la candidatura a la Gubernatura del Estado- a un represor histórico de la izquierda en Veracruz.

Atribuyen ese “olvido histórico”, a la conducción de “una dirigencia estatal corrompida por una ambición -personal y de dinero- desmedida”.

Los firmantes no se quedan en la mera manifestación de protesta. Hablan de medidas a tomar en caso de que su reclamo no sea escuchado.

De concretarse esto que llaman “un intento por desaparecer a la izquierda veracruzana”, advierten que valorarían tomar alternativas “que rescaten la identidad de la izquierda”.

Quien diga que el tema de la alianza PAN-PRD en Veracruz está resuelto, miente. Muchas cosas tendrán que pasar antes de que se concrete. Y, de suceder así, el castigo se aplicará en las urnas.

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