Flavino Ríos, “rateros de mercado” y la ingobernabilidad

- en Opinión

Édgar Hernández* /

“El poder marea a los inteligentes y vuelve locos a los tontos”, FGB

No cabe duda que cuando se gobierna se pierde la proporción de la realidad.

Se vive en un mundo de fantasías y son tantos los privilegios y comodidades en las que viven los políticos que bien aplica en ellos el dicho de que “el poder marea a los inteligentes y vuelve locos a los tontos”.

Y va de anécdota:

“¿Qué, tienen carros de carrera o qué?”, les dijo en alguna ocasión, allá por 2004 , el presidente Vicente Fox a decenas de mujeres humildes que le demandaban una carretera, aprovechando que andaba de gira por el municipio de Zamora.

“Queremos una carretera. Tenemos la carretera averiada, ¡ayúdenos! —le gritaban las mujeres a Fox. ¿Cuál carretera? Esta, la que nos lleva a Zamora y nos trae. ¡Está destrozada!.. ¿Esta que acabo de pasar?… ¡Está buena!, respondió el Presidente, quien en realidad arribó al municipio en helicóptero… ¡No, sí está dañada! Quisiéramos que fuera para que la viera. —¿Qué, tienen carros de carrera o qué? —les dijo Fox, al tiempo en que unas cuantas muchachitas, de entre 14 y 19 años, gritaban: ¡Fox, no te queremos!”

Lo mismo le pasa al secretario de Gobierno, Flavino Ríos Alvarado quien no sabe, ni ha visto ni está enterado que Veracruz ocupa el segundo lugar en feminicidios y el tercero en asesinatos, según INEGI.

Ignora que el 43% de las muertes del crimen organizado se concentran en siete entidades, entre ellas Veracruz y que ocupamos el primer lugar en asesinatos de periodistas.

Para este adinerado político que lleva 20 años pegado a la ubre en Veracruz hay paz social y tranquilidad ciudadana. Descarta que exista inseguridad en la entidad y está cierto que es un tema psicológico de percepción, ante lo cual “pasarán de 20 a 30 años para que la ciudadanía cambie de idea”.

Es así que de pronto Flavino se erige en el sicólogo de las percepciones, en el siquiatra de la inexistente inseguridad, en el duelo de la verdad social.

“La percepción de inseguridad es una percepción de tipo psicológico y estamos mejor de como estábamos hace cinco años. Y muchos de los presentes deben recordar cómo estábamos hace cinco años”, dijo de manera cantinflesca ante el Congreso del estado en el marco de la glosa del V Informe de Gobierno.

Los diputados locales, incluso los leales al sistema, no salían del asombro ante las fantasiosas afirmaciones del secretario de gobierno quien mencionó que la percepción de la violencia, es algo que se tiene que ir evaluando permanentemente.

“Se está haciendo un gran esfuerzo, lo que yo solicitaría a los ciudadanos es que cuando se cometa un delito que denuncien, pues de lo contrario sólo prevalecerá la impunidad”, dijo.

¿Qué denuncien?

Pues ese es el principal reclamo, las denuncias. Pilas de denuncias hasta formar pirámides son las que se presentan a cada día sin que nadie haga nada. Es un hecho que con denuncias y sin denuncias no se procede.

 

Sin embargo, el funcionario público insiste que se hace necesario que se denuncien los delitos, pues de lo contrario el “ratero del mercado” seguirá cometiendo más ilícitos y se mantiene la percepción de inseguridad.

El tema, sin embargo, no es el ratero de mercado.

Es el ratero de Palacio, es el del narcomenudista, son las organizaciones criminales, los cárteles Nueva Generación, del Golfo y los Zetas. Esos son. Los rateros de mercado que sigan ahí para ello están los grupos de autodefensa.

En Veracruz no se puede soslayar que mueren al año 14.6 menores de 14 a 16 años por cada mil habitantes y siete de cada diez homicidios son por arma de fuego y que más de 3 mil mujeres han desaparecido en los últimos 9 años y todo eso lo hace alguien más que un ratero de mercado.

Y eso es algo más que una percepción sicológica que en 30 años acabará. Veracruz, bien lo sabe este anticuado político, vive en un estado de indefensión.

En Veracruz si algo debe de cambiar son sus políticos. Flavino, es uno de ellos.

Tiempo al tiempo.

 

*Premio Nacional de Periodismo

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