El beso del Diablo

- en Opinión

Luis Ramírez Baqueiro /  

¡Declinaré si me lo pide el presidente! – Pepe Yunes.

 Veracruz comienza a calentarse, la tensión política que se percibe en la entidad es preludio del caldero encendido a todo lo que da, mientras por un lado los priistas se dan con todo, pretendiendo hacer creer que la unidad, será el factor que les permita consolidar un proyecto político, la realidad que se aprecia es otra.

Y se lo comento porque mientras el presidente Enrique Peña Nieto manda señalas claras de que es lo que mejor le conviene a su partido en Veracruz, su gobernador le estropea una y otra vez la estrategia, empecinado en sentirse virrey por designio divino, cosa que no es así, pues su llegada al poder se dio bajo un escenario adverso y totalmente distinto, en donde los señores feudales a la ausencia del emperador hacían y deshacían, solo que eso ya no es posible teniendo a un mandatario emanado de sus filas.

Así que mientras bajan a Pepe, encartan a Alberto y felicitan y desacreditan a Héctor, los días pasan pero en contra de sus propio instituto político.

Pero no crea que esto pasa solo en el Revolucionario Institucional, no, muy por el contrario, todas las fuerzas políticas comenzaron ya a mover sus estructuras, las cuales enmohecidas por la sumisión al Ejecutivo Estatal, tendrán que comenzar a moverse, engrasarse para hacerlas de nueva cuenta caminar, ya distante del Duartismo que será el peor estigma que podrán cargar.

Ante ello, no falta el obcedado que después de vender su alma al Diablo, pretende salir y mostrar que su lealtad va más allá, y por ende, se atreve a darle un Osculum infame al mismo y perverso personaje.

Ese es el caso de Fredy Marcos Valor, un supuesto perredista que ha comenzado a trasmutar kafkianamente a favor del Partido Acción Nacional (PAN) para beneplácito de un rabioso y negro diputado federal, como lo es Miguel Ángel Yunes Linares.

Y déjeme le platico, que al parecer este personaje que hasta hace poco mostraba coincidencia política con las izquierdas, se ha convertido en vocero y defensor del propio Yunes Linares, pues al anuncio de su compañero de partido, Francisco Valencia, por contender por las izquierdas, salió de inmediato a descalificarlo y a señalarle que por haber colaborado con el gobierno Duartista quedaba fuera de la disputa.

A caramba, no sabíamos que Marcos Valor era tan o más importante que el Consejo Política Nacional del PRD o tuviera mayores facultades que su propio presidente Nacional, Agustín Basave.

Pero lo que Marcos Valor no sabe, es que se ha subido al tren del desprestigio y la traición, pues nadie le adelantó que quien besa al diablo se sala para siempre.

Y mire porque se lo decimos, basta recordar el diferendo entre el ex presidente Felipe Calderón y su esposa Margarita Zavala, a la que Yunes Linares despojó de su diputación, si aun no lo cree, le damos otro dato, en el PAN existía un personaje todo poderoso que lidero a este instituto político en la entidad y que hoy por besar al diablo, no tiene cabida en su mismo seno, o no Pipo Vázquez Cuevas.

Lo mismo podríamos decir de Julen Rementería del Puerto, que de plano mejor pinto su raya tras observar las actitudes de Yunes Linares y con el cual mantiene una sana distancia, basada en el respeto y el acuerdo mutuo, pero claro con reserva.

De igual modo, traicionó al PRI en su momento, para cargar con la penosa empresa de ser el presidente del partido que más alcaldías perdió en una elección, claro hay quien afirma que todas las negocio por una buena lana.

Así también dejó a la vera del camino a un incondicional de toda su carrera Enrique Ampudía Melo, actual particular del gobernador Javier Duarte, a quien Yunes Linares abandonó afirmando y descalificándolo por no coincidir en objetivos comunes – o también ya olvidaron, la serie de epístolas que se enviaron públicamente-.

En fin que si alguien tiene a bien apreciar Fredy Marcos Valor avísenle que está ya tocado por El Diablo y su destino al igual que el de muchos será el descredito y el olvido.

Al tiempo.

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