Pepe

- en Opinión

Luis Ramírez Baqueiro

“No se puede poseer mayor gobierno, ni menor, que el de uno mismo.” – Leornado Da Vinci.

Dicen el refrán popular, no por mucho madrugar amanece más temprano, pero este domingo 29 de Noviembre los veracruzanos pudimos como un senador de la República se madrugaba a sus oponentes y de paso al mismo aparato de estado.

El poder de convocatoria de José Francisco Yunes Zorrilla fue impresionante, más de 15 mil personas abarrotaron el World Trade Center de Boca del Río tan solo para escucharle.

De todos los confines del estado, del norte a sur y de este a oeste, todas las expresiones sociales estuvieron presentes, en un acto en donde no se vio acarreados, familias enteras llegaban simplemente acompañarle.

Al hacer uso de la voz, el senador puntualizó que nos encontramos reunidos aquí “para cumplir con una convicción personal fundada en la rendición de cuentas”, aseveró que su trabajo legislativo ha buscado acreditar el ejercicio de la política como un instrumento al servicio de la gente.

De igual modo, el legislador peroteño advirtió que “es posible decidir en libertad, sin ataduras partidarias, sin sujeciones a intereses, cuando de por medio está el rostro de nuestra niñez demandante de oportunidades o la cruda imagen de nuestras comunidades surcadas por la desigualdad o la estampa vibrante del pueblo veracruzano determinado en construir futuro con trabajo y con entrega. Cuando eso está de por medio, la participación pública no puede confundir su vocación ni alterar su esencia”.

Entre gritos, porras, arengas, los más 15 mil invitados escuchaban  atentos el mensaje,  la histeria entre la multitud surgió cuando el senador mencionó que era el momento de acabar con enriquecimientos inexplicables de la clase política, cuando advirtió que es urgente acabar con los vicios de pasadas administraciones, terminar de una buena vez y para siempre con esa distante actitud hacia la sociedad.

Al continuar su locución el fuerte aspirante a la gubernatura afirmó que desde el Senado, frente a la Federación, se enfatizó la dimensión económica, la producción agropecuaria, el liderazgo empresarial, la contribución comercial, la aportación industrial y de recursos naturales, así como la fuerza de trabajo de uno de los estados estratégicos para el desarrollo del país, “que es el nuestro, que es Veracruz”.

Pepe Yunes precisó que la gestión pública con recursos presupuestales debe ceñirse al escrutinio público y sujetarse a principios de transparencia, sin incurrir en actos de corrupción, ni provocar conflictos de interés. Ése deberá ser siempre el sello de mi participación”.

Para ese momento los invitados especiales entre los que estaban el gobernador Javier Duarte, Alberto Silva, Héctor Yunes, Erick Lagos simplemente no daban crédito a lo que sus ojos presenciaban, no sabían que es lo que ocurria, sus sorpresas era mayuscula, no sabían si con este mensaje y este aforo se estaba ganando la nominación por ovación, a pesar de ello, se asegura que este mismo lunes  el propio Silva Ramos estará solicitando licencia para contender por la gubernatura.

Ahí frente a un escenario repleto no dudo un instante en aprovechar el espacio para mandarle un claro mensaje al gobernador Javier Duarte al reiterarle su compromiso puntual por acompañar el crecimiento del estado: “no hay bajo ninguna circunstancia, posicionamiento contrario a lo que significa el bienestar de Veracruz. Sin ningún tipo de reparos estaremos sumando esfuerzos por incidir en la mejora de vida de la gente”.

Remató “tenemos posiciones. Son públicas ciertas nuestras diferencias. Y sin embargo, sabemos en el Partido Revolucionario Institucional convivir, coexistir y encontrar salidas. Sin renunciar, sin claudicar. Pero siempre teniendo, con firmeza, claridad en qué es lo que vale la pena atender. Y Veracruz es el que nos llama, Veracruz es el que nos convoca”.

Finalmente el presidente de la Comisión de Hacienda del Senado de la República afirmó “Veracruz está llamado a construir un mejor futuro. Y Veracruz nos junta en la lucha por ese futuro”.

Entre aplausos, porras y gritos concluyo el evento, con una salida del gobernador Javier Duarte y su esposa Karime entre gritos y empujones, en donde el uso de la fuerza por parte de los integrantes de la ayudantía evidenció una vez más lo distante y complicada que ha sido su administración.

Así o más clarito, ahora saque sus conclusiones porque las señales simplemente estuvieron delante de todos y el que no las quiera vez pecara de ingenuó como el famoso apostol Tomás.

 Al tiempo.

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