En San Julián se escribirá el epitafio de la Fidelidad

- en Opinión

Armando Ortiz / San Julián, según la tradición católica es un santo, un mártir, emblema de la castidad cristiana. Obligado a casarse cuando cumplió los 18 años, Julián hijo de nobles, hace un pacto con su esposa para mantenerse castos aún después del matrimonio. San Julián era sirio, pero no por ello terrorista, antes bien pregonaba el amor por Cristo y vivía de manera modesta tratando a sus sirvientes con amor y tolerancia. Cuando se inicia la persecución de los cristianos, los perseguidores a la orden del emperador romano se presentaron con San Julián para que este se inclinara ante la estatua del César romano, pero San Julián dijo que el sólo se inclinaba ante la imagen de su Cristo crucificado. San Julián fue condenado a morir por degollamiento. El milagro se produjo cuando uno de sus perseguidores, al ver la entereza del santo cambió su actitud y se hizo seguidor de Cristo.

Pero Julián se llamaba también el abuelo del senador Pepe Yunes, y tal vez por eso al rancho que ha reunido a todos los gobernadores de Veracruz desde Marco Antonio Muñoz Turnbull, se le puso San Julián. Son épicas las reuniones en este lugar, donde se han definido más de una decena de candidaturas. Fue en ese lugar en donde Fidel Herrera Beltrán le prometió a don Pepe Yunes Suárez que su hijo, el hoy senador José Francisco Yunes Zorrilla, habría de ser su sucesor. Pero ya para ese entonces Fidel masticaba su traición.

Acontecimientos felices y acontecimientos trágicos se han llevado a cabo en este lugar que ha recibido por décadas a los protagonistas de la política en México.

El día viernes 27 de noviembre se reunirá en el rancho San Julián la clase política de Veracruz, acompañando al dirigente nacional del Partido Revolucionario Institucional, Manlio Fabio Beltrones. En este lugar, y a iniciativa del senador Pepe Yunes, se dará lo que Javier Duarte estuvo buscando durante meses, una reunión donde se vieran la cara él y los dos aspirantes más sólidos para la gubernatura de Veracruz. El evento, del que se ha hablado ya mucho, deja claro que la unidad del PRI no se logra por la voluntad del gobernador, sino por el poder de convocatoria de los anfitriones. El poder de convocatoria de Pepe Yunes es una muestra clara del peso político que lo sostiene.

No habrá destape, se ha dicho hasta el cansancio y no vamos a contradecir eso. Pero sí habrá destape, destape de los tapados de Javier Duarte, Alberto Silva Ramos y Érick Lagos, quienes habrán de entender que ellos quedan descartados de la candidatura para 2016. Si el evento lo hubiera convocado Silva Ramos en Tuxpan, o Érick Lagos en Acayucan y hubieran asistido los que asistirán a San Julián, entonces los dos Yunes tendrían que entender que los descartados deberían ser ellos. Pero el evento de unidad del PRI se da en territorio de Pepe Yunes; el que tenga oídos que oiga.

No habrá destape, pero una cosa si quedará clara en esa reunión, Pepe Yunes será gobernador del estado de Veracruz, sino en 2016, lo será en 2018. Y es que en la cita de mañana no está invitado Fidel Herrera, quien buscaría la manera de traicionar nuevamente. Y es que en esa cita el gobernador tampoco se atreverá a hacer ninguna promesa, porque ya no puede prometer; la promesa se la hará el mismo Pepe Yunes, quien en muchas ocasiones ha dicho que no está obcecado en ser gobernador de Veracruz, pero está decidido a serlo, más que decidido.

San Julián será también el lugar en el que se escriba el epitafio de la Fidelidad; en San Julián se enterrarán las aspiraciones de los “fidelistas”, en San Julián se tendrán que labrar las lápidas de los que saquearon a Veracruz.

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