Gabriel Arellano López / Este viernes en el afamado rancho San Julián, en Perote, se realizará una comida a la que está corriendo invitaciones el senador José Yunes Zorrilla. Se tratará, en apariencia, de una simple reunión de amigos, previa al informe del mismo legislador el domingo, pero dada la relevancia y connotación de algunos invitados, el asunto huele a destape.
Javier Duarte de Ochoa y Manlio Fabio Beltrones figuran entre los convidados, lo que estaría enviando un mensaje acaso contundente ya sobre la identidad del próximo candidato priista a gobernador de Veracruz.
De sobran son conocidas las diferencias políticas entre el senador Yunes Zorrilla y el gobernador Duarte de Ochoa. Hace pocos días, el legislador confió a un grupo de periodistas que de obtener la nominación no sería al costo de agachar la cabeza ante el poder gubernamental al que ha criticado y con el que sostiene “distancia y desacuerdo”.
Ello hace más impactante la invitación y la esperada asistencia del gobernador Duarte de Ochoa al hogar mismo del senador Yunes Zorrilla, teniendo, además, como testigo de calidad de lo que podría ser un reencuentro al dirigente nacional priista Manlio Fabio Bletrones.
Para muchos, esto es definitivo en torno a la sucesión gubernamental del 2016.
Yunes Linares, un perdedor
El dirigente priista estatal Alberto Silva Ramos advirtió ayer que Miguel Angel Yunes Linares “sigue haciendo lo que mejor sabe hacer y es perder”.
Durante una entrevista con diversos medios de comunicación el Presidente del CDE del PRI en Veracruz, puntualizó:
«Yunes Linares está preparando lo que mejor sabe hacer: perder», recordando que el legislador federal plurinominal por el PAN «nunca ha ganado una sola elección; Yunes Linares es un perdedor por naturaleza».
Además, Silva Ramos advirtió que Miguel Ángel Yunes Linares se muestra asustado por la irrupción al interior del PAN del ex presidente Felipe Calderón y de su esposa Margarita Zavala, como factores decisorios en la nominación del candidato de su partido en Veracruz.
Consideró que Yunes Linares sabe que le quitó a la mala la curul plurinominal a Margarita Zavala y que «ahora los Calderón vienen por la revancha y eso se verá reflejado en la nominación del candidato panista a la gubernatura de Veracruz».
Para el PRI el mejor candidato que puede tener la oposición es Miguel ángel Yunes Linares, «un hombre marcado por la represión, la corrupción y la traición en su vida pública», sentenció Silva Ramos.
Bermúdez, en los excesos
Quién sabe cuál haya sido la mentalidad que animó a Arturo Bermúdez Zurita en torno a lo que fue su rendición de cuentas ante el Congreso estatal, el viernes pasado, pero sin duda que incurrió en excesos más allá de lo que es la y su realidad.
Arturo es sencillamente el jefe de la policía, una alta y muy ponderable responsabilidad sin duda, pero, por ejemplo, no alcanza a ser siquiera el jefe del gabinete estatal. Ya ni pensar en el despliegue logístico y de seguridad que se instrumenta para el Gobernador del Estado.
Ir a detallar al Congreso lo que en su informe consignó ya el mandatario estatal, tampoco es ni tiene por qué dársele la relevancia de un acto faraónico. No tiene por qué implicar acarreos ni alteraciones en el tránsito peatonal ni vehicular, ni medidas de seguridad extremas.
Lo visto el viernes dentro y fuera del Congreso no debiera repetirse. Es más, nunca debió suceder.
¿Y dónde está el piloto?
Desaparecido del mapa político anda Erick Lagos Hernández, coordinador de la diputación federal veracruzana, quien apenas medio asomó la cabeza el lunes anterior durante la conferencia del prensa ofrecida por el gobernador Javier Duarte.
Aunque para Erick todo parece perdido en esta sucesión gubernamental, lo cierto es que tiene una alta y digna responsabilidad como coordinador de la fracción parlamentaria jarocha en la Cámara de Diputados.
Desde allí es hora de que demuestre de qué está hecho, porque hay muchos asuntos pendientes relacionados con Veracruz y alguien tiene que trabajar. ¿O no?
Comentarios