El decálogo

- en Opinión

Sergio Alejandro Villa / ¿Sabe usted qué es un Código de Ética? por puro sentido común, suena como a una serie de reglas de comportamientos de morales, es decir, como servidor público, en este caso, debe ser simplemente y políticamente correcto, justo, ecuánime.

El tema viene al caso porque el nuevo titular de la delegación Cuauhtémoc, el ex perredista y ahora con la camiseta bien puesta de Morena, Ricardo Monreal Ávila, presentó el sábado pasado su Decálogo del Servidor Público, que según indica se aplicará  a los funcionarios de su gobierno, en todos los niveles y que ejercen acciones y funciones de autoridad y de atención al público. Y, estos principios son: No robarás, no extorsionarás, no abusarás de tu autoridad, no traicionarás, no grillarás, sé transparente y rinde cuentas, servir, no servirse del pueblo, cumple y haz cumplir la ley, serás eficaz y eficiente, sé confiable y leal.

¿Y qué cree? También el gobierno federal tiene su propio Código de Ética, mire usted, son once apartados que dicen que todo servidor público federal tiene que observar en sus funciones: legalidad, honradez, lealtad, imparcialidad, eficiencia, interés público, respeto, respeto a los derechos humanos, igualdad y no discriminación, equidad de género, entorno cultural y ecológico, integridad, cooperación, liderazgo, trasparencia y rendición de cuentas.

Y, no se vaya usted de espaldas. El gobierno del estado de Veracruz, también cuenta con su propio Código de Ética de los Servidores Públicos del Poder Ejecutivo del Estado de Veracruz de Ignacio de la Llave? para su conocimiento y como cultura general, le comento que no es un decálogo, sino un compendio de ¡dieciséis! normas éticas a seguir como servidor público en la administración pública de Veracruz. A saber, deben observar: Legalidad, honestidad, lealtad, imparcialidad, eficiencia y eficacia, responsabilidad, trasparencia, rendición de cuentas, bien común, confidencialidad, respeto y dignidad, generosidad, vocación de servicio, respeto al entorno cultural y ecológico, respeto a la equidad de género y liderazgo.

Si. Al igual que usted, trato de imaginar que sería de este gobierno próspero si al menos se cumpliesen al menos dos conductas como por ejemplo las de legalidad y honradez. Con eso bastaba para tener un buen y aceptable gobierno, al menos.

Pero, ya encarrilados vayamos más allá.

¡Ah! Pero el gobierno próspero tiene también  dentro de su catálogo de buenas intenciones – pues no dejan de ser sólo eso- unos ¡Lineamientos Generales y Específicos de Disciplina, Control y Austeridad Eficaz de las dependencias y entidades del Poder Ejecutivo! que en buen castellano significaba que las dependencias de la Administración Pública centralizada y entidades del Poder Ejecutivo del Estado –al igual que los organismos públicos descentralizados, empresas de participación estatal mayoritaria, organismos paraestatales, fideicomisos públicos, comisiones, comités y juntas creadas con autorización del Congreso del Estado o por decreto del Titular del Ejecutivo que cuenten con asignación presupuestal, y todas las personas físicas y morales que ejerzan recursos públicos provenientes del Estado- eran sujetas de control y vigilancia estricta en sus presupuesto así como en el ejercicio de ellos. Ajá.

Cómo podemos ver y recordando al historiador, senador, cónsul y gobernador romano, Cayo Cornelio Tácito, quién con toda sapiencia dijo «Cuánto más corrupto es el estado, más leyes tiene.» No podemos dejar de pensar en México y más aún en nuestro querido estado de Veracruz.

Se vale llorar.

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