La Ciudad de Todos y para Todos II

- en Opinión

Jorge Flores Mtz. / En el Museo de Ciencia y Tecnología de Xalapa se encontraba un Péndulo de Foucault justo al pie de las escaleras del vestíbulo de acceso, era de los pocos que había en nuestro país, el péndulo demostraba el movimiento de rotación de nuestro planeta y se llama así en honor al físico León Foucault.

También en nuestra ciudad en los años setentas del siglo pasado existió una Torre Cinética, que en las noches se encendía y por medio de una serie de efectos de luz y movimientos acompañados al ritmo de la música trasmitía una idea modernidad y cultura. Me atrevo a decir que era la única en este hemisferio, algunos dicen que en París se encuentra otra de mucho menores dimensiones. Su autor fue el arquitecto y escultor Marcelo Morandín.

Hace apenas un par de años nuestra ciudad contaba con un Museo del Transporte, era un espacio interesante que contenía una colección de automóviles antiguos bastante respetable, así como aeronaves que iban desde un Douglas DC-6, un bellísimo hidroavión Martin 170 y sobre todo un NA T-28 Trojan, parte histórica de nuestra participación como nación en la segunda guerra mundial en el escenario del pacífico en lo que fue el Escuadrón 201 de la Fuerza Aérea Mexicana.

Del péndulo puedo decir que el Director del Museo en ese tiempo comentó que se tenía que desmantelar ya que “estaba descompuesto” y su arreglo representaba un recurso que no tenían disponible en ese momento. Es imposible explicarme de qué manera o cómo puede “descomponerse” un péndulo.

La Torre Cinética exponente valioso del arte moderno y referencia de nuestra ciudad en ese tiempo, en un deterioro constante y un lamentable abandono de años, ocasionó que se vendiera como fierro viejo y en su lugar se colocara nada, como homenaje a nuestra propia actitud y desinterés de protegerla.

Del Museo del Transporte puedo decir que se decidió que el equipamiento educativo y cultural de la ciudad era más que suficiente y museos y espacios para los niños y jóvenes no eran prioritarios, así que se decidió cerrar un Museo y en su lugar abrir oficinas gubernamentales. Me parece que el sarcasmo se dice solo.

Es así como una ciudad pierde su idea y concepto en la que se define, no puede ser una ciudad de la cultura en la que un péndulo deje de “funcionar” y decidan por ignorancia desmontarlo, no podemos decir que nuestra ciudad es un refugio de las artes, donde a nadie pareció importarle que desmantelarán una escultura urbana como la Torre Cinética a unos metros de la Rectoría de nuestra máxima casa de estudios. En el primer caso el péndulo dejo por ignorancia de “funcionar” y en el caso de la Torre Cinética parece que lo que dejo de funcionar fue nuestro interés. Me parece que fue algo más que fierro viejo lo que vendimos en aquella ocasión, creo que también vendimos por kilo nuestra idea de Xalapa como una Ciudad de la Cultura.

En el caso del Museo del Transporte no existen justificaciones suficientes para el cierre de un espacio dedicado a la ciencia y la tecnología, un espacio para niños y jóvenes veracruzanos, pero lo peor fue el destino que decidieron para este museo, es por mucho y con toda claridad un reflejo perfecto del desinterés y la incapacidad de nuestras autoridades, no tengo alguna referencia de algún lugar del mundo donde se decida el cerrar un museo de divulgación de ciencia y tecnología para dar espacio a oficinas burocráticas, más bien siempre es en sentido opuesto.

Cuando una sociedad decide que no es necesario más equipamiento educativo, que sus espacios culturales y deportivos no son indispensables, que la divulgación de la ciencia y la tecnología no son prioridades, me parece que no tiene la capacidad de imaginar y soñar la ciudad que deseamos, Una sociedad que no comprende como funciona un péndulo, que vende como fierro viejo una escultura invaluable y que cierra museos para convertirlos en oficinas, esta cancelando su viabilidad como ciudad.

Este agravio a la ciudad podríamos resarcirlo considerando la instalación nuevamente de un Péndulo de Foucault que nos demuestre constantemente que nuestro planeta se mueve y que la mejor condición que debemos tener como sociedad es permanecer en movimiento. Recolocar nuevamente una Torre Cinética en la misma Zona Universitaria que nos transmita la idea de un futuro luminoso y también de movimiento y sobre todo reinstalar el Museo del Transporte en el espacio que le robaron a la ciudad, que devuelvan las colecciones de automóviles antiguos, de aviones y toda la museografía con la que contaba, me parece que sería condición indispensable para pensar ahora sí, en la Ciudad que Deseamos para nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos.

Todos los derechos reservados. Este material no puede ser publicado, reescrito o distribuido sin autorización.

Comentarios

  1. Excelente reportaje…Totalmente de acuerdo en su punto de vista con respecto al hecho de la desaparición de esos «monumentos de Xalapa»

    Muy triste el haber desaparecido el Museo del Transporte, lo único bueno sería dar con el paradero de todos los autos, la locomotora, aviones, etc, que se perdieron junto con el museo…

    Saludos..

  2. Lamentablemente soy algo joven como para poder haber visto el péndulo y la torre (cosas que me encantarían volver a ver) pero con respecto al museo del transporte, ya había quedado en desuso porque solo fue un elefante blanco del gobierno en el que de museo no tenia nada por que adentro estaba vacío y solo servia para renta de eventos y en la cuestión de transporte solo los vehículos que se encontraban en el exterior sin ninguna referencia a su historia o funcionamiento. Ojalá y reabrieran el museo pero ahora si como calidad de «Museo» y no un edificio vacío.

  3. Estimado Jorge Flores, antes tambien había un gimnacio C, donde niños, jovenes y adultos practicabamos deporte. Ahora este lugar alberga a las oficinas de la Dirección de Ed. Fis.
    Que triste…

  4. Su investigación está a medias. No fue el verdadero sentido de la Torre, lo que usted narra, ni tampoco el fin «turístico» que usted le dá. investigue mejor y mas profundamente. La torre la destruyo un ex gobernador que era maricón.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *