Los enanos del Congreso Federal

- en Carrusel, Investigación

Si de verdad fueran viables para la gubernatura de Veracruz, seguramente en el Congreso federal los hubieran encumbrado; si de verdad tuvieran posibilidades de ser gobernador, el mismo PRI los hubiera tomado en cuenta para alguna Comisión relevante; si de verdad los consideraran buenos administradores, estarían encabezando alguna responsabilidad importante. ¡Pero no!

fhbEllos apestan a Fidelidad y la Fidelidad en Veracruz significa corrupción, saqueo, perversión, represión y mala administración. La Fidelidad ha hundido a uno de los estados más ricos de la República, uno de los estados con una de las culturas más ancestrales y valiosa. La Fidelidad envileció el servició y forjó una generación de vividores y nuevos millonarios que tienen el descaro de presumir sus raterías. Por si fuera poco la Fidelidad le abrió la puerta, por unas cuantos millones, a la delincuencia organizada.

Ellos apestan a Fidelidad y en el centro de la República lo saben. Saben que llegaron a la diputación federal porque compraron, con dinero que se robaron del presupuesto de los veracruzanos, su fuero. Ahora se sienten tranquilos, impunes y creen que se pueden parar en cualquier Procuraduría para acusar a mansalva, y creen que todas las Procuradurías van a consentir sus caprichos.

Pero todavía hay quienes les creen. Quienes escuchan sus consejos y le dan Like a sus bromas de mal gusto. Todavía hay quienes creen que se leyeron completo El príncipe de Maquiavelo y que conocen todas las estrategias de la guerra política. Pero ahí tienen su última maquinación, el famoso “Cañagate” (ver nota), que les retribuyó una andanada de críticas, portadas de medios nacionales y comentarios de analistas de renombre, muchos de los cuales ya ponían en la antesala del despido al propio gobernador Javier Duarte.

En su enanismo creyeron que pagando a medios desacreditados, a sicarios de la pluma; pagando planas enteras en donde los ponían a ellos como los más viables, entonces los veracruzanos nos íbamos a tragar el cuento de que para ellos era la gubernatura. Una gubernatura que prolongaría todavía más la peste de la Fidelidad; una gubernatura de dos años en donde encumbrarían al vástago de su líder.

Ahora sólo les queda la maldad. El terreno que mejor pisan. Por eso andan en camada, por eso van a poner denuncias en grupo, por eso escriben cartas a dirigentes opositores para evitar que sus adversarios crezcan, y las firman todos, pero nadie los pela y los arrumban por allá, en Comisiones, secretarías y vocalías que nadie quiere; y todavía tienen el descaro de presumirlas, creyendo que les dieron los frijoles mágicos que una vez sembrados se convertirán en un árbol que los conducirá al arpa de oro.

dpaPero de Veracruz ni se acuerdan. Hasta el momento no se ha escuchado noticia de alguna iniciativa, propuesta, idea al menos ocurrencia que pudiera traer algún beneficio al estado. No se acuerdan de Veracruz porque al estado sólo lo consideran un botín. Como buitres esperan que Veracruz sea un animal muerto, que les cause ese apetito malsano que satisfaga sus vientres.

Son los enanos del Congreso. Como los enanos de Blanca Nieves salen juntos al escenario, se sincronizan en sus actos circenses, intentan hacer reír con sus graciosadas; otros con sus bravuconerías pretenden intimidar. Se sienten seguros con su fuero, aunque nadie les ha dicho que el fuero sea para siempre. Por ahí alguien les arroja una sonrisa, una simpatía, una lástima.

(Ver nota «Los enanos del Congreso Federal» de Armando Ortiz)

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