Javier Duarte, matar al Padre

- en Opinión

Armando Ortiz / Las mitologías antiguas de las culturas más importantes hablan de un padre cruel que devoraba a sus hijos. Muchas veces la naturaleza da constancia de esta “crueldad”. En algunas especies el macho aparta a los hijos más débiles y los condena a la muerte para lograr la sobrevivencia de una camada fuerte que pueda llevar sus genes. Cronos había castrado a su padre Urano, y para no correr la misma suerte que su padre, Cronos devoraba a sus hijos. Hasta que un día sus hijos lo asesinaron y construyeron el Olimpo.

No es secreto que Freud tomó estas mitologías para elaborar sus teorías del comportamiento humano. Edith Calderón Rivera en su ensayo “Coincidencias entre Levi-Strauss y Freud” dice lo siguiente: “Freud propone que el sentimiento de culpa surge por el asesinato del padre primordial, esta hipótesis es elaborada y ejemplificada a partir de la creación del mito de la horda primitiva. En este mito el padre era un ser feroz y celoso, reservaba a las mujeres para él y expulsaba a los hijos, ellos lo mataron y lo devoraron y al hacerlo se apropiaron de su fuerza. Esa comida fue el origen; después de ese acontecimiento ritual, los hijos sienten culpa”.

¿A qué viene todo esto? La mitología veracruzana señala que Javier Duarte, el hijo mayor de la dinastía Fiel acudió a un restaurante en La Condesa con intenciones de por fin devorar al padre, de hacerlo a un lado y levantarse él como el nuevo “macho Alpha”. Esto daría preeminencia al hijo, lo colocaría en el trono del padre y los diputados bastardos se inclinarían ante él y lo llamarían como él llamó durante mucho tiempo a Fidel: “Padre”. Pero eso no sucedió.

Puros mitos. Primero porque Javier no ha leído a Freud y menos a Levi Strauss. Si lo hubiera hecho, desde el principio de su gobierno hubiera mandado a Fidel a…. el hades. Pero al no hacerlo y permitir la connivencia, no convivencia, connivencia con él, tuvo que aguantar su oscura sombra durante los 5 años que lleva de gobernador; sombra oscura que nunca dejó ver la brillantez del joven economista doctorado en la Complutense.

Debió devorarlo desde el principio. Cronos lo hizo con Urano, Zeus lo hizo con Cronos. En México hay también ejemplos. Cárdenas lo hizo con Calles, el “jefe Máximo de la Revolución”. Más recientemente Zedillo lo hizo con Salinas. Lo hizo a tiempo, ya teniendo el poder en las manos. Luis Donaldo Colosio quiso hacerlo antes y las consecuencias para él fueron fatales. Zedillo, consciente de que su progenie lo habría de devorar, entregó la Silla Presidencial a la oposición y salió huyendo del país.

Pero Duarte no pudo hacerlo con Fidel, ese padre feroz, ávido y celoso, que reservaba a las mujeres para él y ponía a sus hijos a que le cargaran la maleta. Duarte no pudo porque Fidel era Urano y Cronos al mismo tiempo.

Hay que entender a Javier, Fidel fue la figura paterna que le hacía falta. Sabía de la clase de sujeto que era. Estuvo presente en los momentos más abyectos de ese ser que envileció la política, el servicio público y el periodismo en Veracruz. Fidel era Urano y Cronos al mismo tiempo. Nadie pudo castrar en él los deseos de perpetuidad. Javier no tuvo los arrestos para quitárselo de encima. Para colmo surgieron muchos bastardos, hijos putativos de este engendro que se multiplicaron y saquearon como quisieron al estado. Pero Javier no podía hacer nada, porque no tuvo el valor de matar al padre. Por ello nunca se ganó el respeto de los bastardos.

Ante esta negligencia de no poder matar al padre, no quedó de otra que inventar mitos, mitos que con el tiempo podrían funcionar y quedar en la memoria de los hombres. El mito dice que Javier Duarte le puso un “hasta aquí” al de Nopaltepec, exigiéndole que ya lo dejara gobernar y que dejara de meterse en asuntos que ahora ya no le competen. El padre se revolvió en su asiento y le contestó a mentadas de madre.

Todo ello forma parte de ese mito que ha recorrido la gestión del gobernador actual. Primero se aseguraba que Fidel era el que tomaba todas las decisiones en el gobierno de Javier; la imposición de gente como Érick Lagos, Jorge Carvallo y Alberto Silva daba cierta credibilidad a ese “mito”. Pero a Duarte y a Fidel hace rato que los andan peleando; ¡vaya usted a saber si es cierto! Lo real es que ambos personajes quedarán vinculados por siempre en la historia de Veracruz como los gobernadores que dejaron empeñado al estado. A estas alturas, si se pelean o se siguen apreciando, ya resulta irrelevante. El daño que causaron al estado no se va a revertir con su separación; así se peleen y se separen, ellos siempre estarán unidos.

Postdata 1: Édgar Díaz, ¿y así quiere ser líder de la CNC?

En el video que vimos ahí está el diputado Édgar Díaz, prepotente, azuzando a sus huestes a que intimiden al joven periodista que está cubriendo la nota de uno de sus eventos. Rodean al periodista y Édgar, si medir las consecuencias empieza el jaloneo. Las huestes azuzadas le arrebatan la cámara y la laptop. Se las rompen. Luego vienen las amenazas y la campaña mediática en contra del comunicador. El joven periodista teme por su seguridad. Cuando se le pregunta al diputado sobre el incidente, Édgar Díaz miente. Dice que el periodista le fue a pedir dinero para extorsionarlo. Miente, porque nosotros vimos el video y se escuchan los reclamos del diputado que quiere ser líder de la Confederación Nacional Campesina, al amparo de Bertha Hernández. Este mismo diputado fue involucrado en el caso del periodista al que le balearon la casa y le dejaron la cabeza de un cerdo con una amenaza escrita. Lo segundo no nos consta, pero lo primero sí, porque vimos el video.

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