¿Qué vamos a celebrar?

- en Opinión

Tomás R. Domínguez Sánchez / La lucha de Independencia que encabezara don Miguel Hidalgo y Costilla consiguió liberarnos del yugo español del que éramos presa en aquellos años, al grito de ¡muera el mal gobierno! el Sacerdote logró reunir un buen ejército de campesinos, nobles y hasta gente del ejército y pudo convencerlos para que lograran desaparecer el virreinato como forma de gobierno, para erigir uno nuevo e independiente sin que España interviniera. Así es como surge el nuevo gobierno en México, este hecho se conmemora año con año con un acto solemne denominado el Grito de Independencia este se lleva a cabo a nivel federal por el Presidente de la República, a nivel estado por los Gobernadores y, en algunos lugares, a nivel del municipio por el Presidente Municipal, en la ceremonia se nombran a todos los héroes que nos dieron patria y al final se grita ¡viva México! es justo en ese momento cuando la algarabía se hace presente entre los asistentes que siempre acompañan a los gobernantes.

Así han transcurrido 205 años de celebración, años en los que veíamos un México medio tranquilo, la gente acudía a las celebraciones llenas de emoción para poder gritar con todas sus fuerzas el ¡Viva México!, para hondear las banderas, o solo para ver a los cantantes contratados para amenizar la fiesta, este año será diferente, este año no hay mucha emoción por ir a las plazas públicas porque la sociedad está harta de tantas cosas que suceden en nuestro país, la crisis económica, la política, la humanista y la social hacen que el descontento sea generalizado y la población está a punto de explotar.

Con todo esto que pasa, ¿Qué vamos a celebrar? La respuesta es NADA, ¿por qué? Porque no podemos celebrar que el próximo 26 de septiembre se cumpla un año de no saber qué pasó con esos 43 muchachos que se desaparecieron, así literal, de la tierra sin que supuestamente nadie sepa nada y que este hecho haya sacudido a todo el mundo por el impacto tan negativo que tuvo porque de acuerdo con las investigaciones de la Procuraduría General de la República todo apunta que se trata del delito de desaparición forzada de personas que se caracteriza por ser el propio estado el que lo comete, y que en este caso se le atribuye a la policía municipal de Iguala en el estado de Guerrero, y esto ha originado recomendaciones internacionales de todo tipo haciendo que la imagen del país esté por el suelo y entonces yo me pregunto, ¿Eso vamos a celebrar?

Y después de eso, ¿Qué vamos a celebrar? La respuesta sigue siendo nada, ¿Por qué? Porque no podemos celebrar que vivamos en un país en donde su Presidente se ve involucrado en un conflicto de interés por la compra que hizo su esposa de una casa de más de 8 millones de dólares afirmando que la pudo gracias al fruto de su trabajo como actriz en la empresa Televisa, y que se designara a un funcionario para que esclareciera ese asunto y que haya terminado en lo de siempre, con un “aquí no pasó nada”, dejando ver que la corrupción es el pan de cada día en la Nación, y que se piense que somos el país más corrupto del planeta ¿Eso vamos a celebrar?

Por otro lado, ¿Qué podemos celebrar? Pues absolutamente nada, ¿Por qué? Porque somos el país donde se han asesinado a muchos periodistas que cumplen con su trabajo diario en esta bella profesión, y que son asesinos por informar, por ejercer un derecho fundamental consagrado en nuestra Constitución Federal, la Ley Suprema, por andar siempre preocupados por dar la noticia, por transmitir una opinión, o simplemente por externar y compartir una visión distinta haciendo una crítica, ¿Eso vamos a celebrar, que cada día asesinen a más periodistas?

Pero no es posible pensar que todo vaya tan pésimo en nuestro país, en una nación tan hermosa como lo es la República Mexicana, sí hay cosas que se pueden celebrar, por ejemplo, que tenemos el avión presidencial más caro del mundo que ni el mismísimo Barack Obama posee, también podemos celebrar que el dólar alcanzó el precio más alto de toda la historia cotizándose hasta en 17.20 imponiendo así un nuevo récord, así que si de verdad queremos celebrar algo, debemos hacernos esta pregunta ¿Qué vamos a celebrar?

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