Pleito Fidel-Duarte… “¡Una jalada!”

- en Opinión

Édgar Hernández* / De que tamaño no será el nerviosismo de los estrategas de Palacio de Gobierno –de una oscura oficina de Flavino- que ahora buscan puertas de escape a las embestidas mediáticas inventando una supuesta ruptura, a mentadas de madre, entre Fidel Herrera y Javier Duarte.

“¡Es una jalada!”, le dijo ex gobernador Fidel Herrera Beltrán a acreditada columnista porteña en una entrevista telefónica ayer a temprana hora cuando le preguntó sobre este tema ya viral en redes.

En efecto, de años atrás ha sido un recurso, acaso una herramienta, el que gobiernos trastabillantes, acudan al libelo e infundio, notas amarillas o verdades a medias para distraer a la opinión pública de los temas fundamentales.

Así, en el ojo del huracán por el estado de quiebra financiera que vive Veracruz, el afán mediático es ahora crear historias que sacudan a la ciudadanía como esa versión  de una supuesta “Pelea de la Condesa” en donde “Rompen Fidel y Duarte”

Según la “exclusiva” que desde antenoche distribuyen orejas de Palacio. redes sociales y columnistas “Javier Duarte, se queda solo y a menos de quince meses de terminar su gestión, se le complican los escenarios; el rompimiento, incluso con agresiones verbales, que tuvo con su mentor, Fidel Herrera Beltrán, lo deja en la indefensión política”.

El diferendo, dice el culebrón, “que ahora sí parece ser real, se  registró en un restaurante de la colonia Condesa en esta ciudad. Ahí, Fidel Herrera y Javier Duarte se reunieron con Enrique Jackson”.

Javier Duarte fue directo y le exigió a Fidel Herrera: “Deja de meterte en las decisiones políticas que sólo a mi me corresponden” fue el primer ataque del ahora exaliado fidelista; “no sé de qué me hablas” fue la respuesta, a partir de ahí los reclamos fueron mayores y todos subidos de tono hasta llegar a recordatorios familiares: “chinga tu madre Fidel”, “chinga tu madre Javier”.

Enrique Jackson, en vano, intentó mediar, poco resultado tuvo.

Los reclamos partieron de la crisis financiera. “Ese fue el principal punto, pero igual  la sucesión gubernamental en la que Fidel Herrera quiere decidir, muy por encima de la opinión de quien dice gobernar Veracruz e incluso insiste en que el candidato de la fidelidad y el duartismo debe ser Érick Lagos, “¡No!”, fue la respuesta del gobernador, esa decisión me corresponde sólo a mí, tu ya no tienes nada que ver, es determinación mía, exclusivamente”, le espetó.

Se acusaron además de ser corresponsables en el tema de la deuda.

La historia o más bien la novela sigue larga e intrascendente, pero eso digamos es lo sustancial del mensaje que busca permear en la opinión pública para desmarcar a Duarte de Fidel.

Las dudas de la autenticidad, que es lo de menos, asoman al preguntarse la sociedad civil si en algo legitima al ciudadano gobernador Javier Duarte la ruptura a 14 meses de que deje el poder.

Si eso hubiera sucedido al inicio de su mandato ya le hubiera erigido el pueblo una estatua. Es más, si hubiera metido a la cárcel al exgobernador hubiera cruzado el umbral de la historia como el mejor gobernador que ha tenido Veracruz, tal como dicen los “ginos”.

Pero además de ser cierto el desencuentro a mentadas de madre en el sentido de que lo mangoneó los últimos cinco años, pues en bonito papel queda como desgobernador.

Se confirmaría al mismo tiempo lo que siempre se ha sabido, la complicidad en lo político, económico y manejo del estado, la injerencia de Rosa Borunda, los afanes del hijo, Javier Herrera Borunda, el apetito de Eric Lagos y el dinero desaparecido.

Luego de 5 años de gobierno si es cierto o no el pleito ni legitima, ni aclara. Solo confirma.

¿Quién y para qué anda con esas “jaladas”, como dice Fidel… Y, por favor; si hay respuesta oficial o extraoficial o a través de los diputados federales ya no le echen la culpa a Miguel Angel Yunes Linares.

Tiempo al tiempo.

*Premio Nacional de Periodismo

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