No es tiempo para revictimizar a Marina Garay ni a su familia; si fue un montaje, allá ellos. Si fue un secuestro real, no dañemos su dignidad
No, no está bien revictimizar a la exalcaldesa de San Andrés Tuxtla. Especular en este momento, por una corazonada, que Marina Garay y sus familiares planearon un autosecuestro es golpear la dignidad de alguien que pudo haber pasado un trance traumático que la pudo dejar marcada de por vida. En todo caso, si todo fue un montaje y los participantes nos están tomando el pelo, pues esperemos a que las autoridades, con las pruebas en la mano, lo descubran y entonces sí, hagamos los reproches pertinentes y exijamos que se sancione a los culpables.