Señor presidente, ya deje de gritar que es honesto, eso ni usted se lo cree. René Bejarano, Pío, “Martinazo” y ahora su particular
López Obrador insiste en que él no es igual a los otros, que él no es corrupto, que él es honesto. Eso tal vez se lo creíamos antes de los videos en donde se vea sus hermanos Pio Y Martín, recibiendo dinero de David León, operador de Manuel Velasco, entonces gobernador de Chiapas. Pero antes hubo otros videos, el de Bejarano y Carlos Ahumada, sólo que entonces nos dejamos llevar por la idea de que todo era un compló, una ardid de la Mafia del Poder para no dejarlo llegar a la presidencia. Ahora, con el nuevo video donde se ve a sus operadores financieros en un carrusel de depósitos bancarios para un financiamiento supuestamente altruista, nos damos cuenta que las aportaciones ilegales es la marca de la casa.