Aurelio Contreras Moreno / Tras la victoria de Morena en las elecciones de Gobernador de Veracruz, una de las interrogantes más comentadas en el ambiente político estatal es a quiénes llevará como colaboradores el próximo mandatario estatal, Cuitláhuac García Jiménez.
A diferencia de Andrés Manuel López Obrador, que anunció con bastante anticipación a quienes pretendía invitar a su gabinete –algunos de los cuales ya se cayeron, como Héctor Vasconcelos, que ya no será canciller-, en Veracruz no se tiene claridad al respecto.
Si bien podrían intuirse los nombres de quienes han estado cerca del grupo de García Jiménez desde que militaban en el PRD y que participaron en la conformación de Morena en Veracruz al escindirse el lopezobradorismo del hoy agonizante sol azteca, las alianzas que Morena entabló para alcanzar el poder a nivel federal y estatal, públicas y de facto, tendrían un costo cuyo pago será necesariamente reclamado.
Durante una entrevista celebrada el 4 de junio pasado con el entonces candidato Cuitláhuac García Jiménez en el programa radiofónico “Cónclave Electoral”, quien esto escribe le preguntó con quién pensaba gobernar de ganar las elecciones, haciendo hincapié precisamente en alianzas poco ortodoxas de Morena con el derechista Partido Encuentro Social, o con personajes de la ultraderecha como Manuel Espino o Germán Martínez y sus similares en Veracruz, como el ex dirigente estatal del PAN Alejandro Vázquez Cuevas o el ex priista, ex panista y ex yunista Gonzalo Guízar Valladares.
García Jiménez respondió que en las secretarías de despacho “vamos a poner gente que tenga el perfil del área en que va a actuar. Es decir, en la Secretaría de Educación un maestro o maestra que hayan tenido la experiencia de haber rechazado la reforma educativa; en la Secretaría de Salud a una doctora, enfermera, a un doctor, que tenga el mínimo conocimiento de haber administrado alguna vez un hospital, ya sea particular o público”.
Al cuestionársele que haría entonces con los compromisos políticos contraídos con los partidos que apoyaron su candidatura, Cuitláhuac García afirmó que “tampoco es obligatorio” darles algún cargo, y que el suyo sería un “gobierno incluyente”, ya que “un error, y aquí lo digo como autocrítica, que tuvimos cuando estuvimos en la izquierda durante un buen tiempo es que fuimos muy sectarios, y yo creo que eso mismo nos impidió inmediatamente crecer e insertarnos en los gobiernos. Yo creo que es un acierto de Andrés Manuel abrirse a otras opiniones, porque la gravedad de la situación así lo amerita”.
“Si tú pretendes dar respuesta a la sociedad, la tienes que incluir en la toma de decisiones. Y es lo que voy a hacer como gobernador. (…) Yo tengo claro que no puede surgir todo de Morena-PES-PT. Obviamente el PES tendrá gente para proponer. Los partidos políticos están llenos de ciudadanos. Que la sociedad lo decida”, agregó García Jiménez.
Este martes, circuló una fotografía del Gobernador electo de Veracruz departiendo en un conocido restaurante de Xalapa con el ex dirigente estatal del PAN y ex candidato a gobernador del PES Alejandro “El Pipo” Vázquez Cuevas –quien ha sido señalado de haber pactado con Fidel Herrera en 2010 y con Javier Duarte en 2016 para desfondar al panismo- y con el ex diputado local, ex alcalde de Jáltipan y ex secretario general del Comité Directivo Estatal de Acción Nacional, Domingo Bahena, que en la elección de 2016 renunció a su militancia días antes de los comicios, con el mismo objetivo. ¿Estaría analizando sus perfiles acaso?
Y todavía faltará constatar si resulta cierto lo que es un secreto a voces desde antes del mismo 1 de julio: que grupos y personeros priistas ligados a Fidel Herrera, a Héctor Yunes y hasta a Javier Duarte operaron electoralmente en favor de Morena con tal de cerrarle el paso a las ansias dinásticas de los Yunes panistas.
¿Con quién, además de los maestros y los médicos, gobernará Cuitláhuac?
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