Hay silencio en los medios, la veda electoral está presente. Sin embargo, hay indicios de trabajo por abajo del agua en los diferentes bunkers de los candidatos. Es seguro que los tres candidatos con mayores posibilidades de ungirse con la victoria por la banda presidencial se encuentran en plena incertidumbre. En estos momentos, las encuestas ya no valen, finalmente el tiempo para convencer al electorado ha quedado atrás.
Existe la sensación de que los mexicanos, compuesto por obreros, maestros, burócratas, campesinos, desempleados, amas de casa y muchos jóvenes que votarán por primera vez, sólo están esperando a que abran las casillas para presentarse a votar.
Algunos van con la espada desenvainada, para castigar a un sistema corrupto e insensible que sólo buscó enriquecer a los suyos y olvidó por completo a los más pobres del país. Otros van a votar por el candidato que consideren que más les redituará. Algunos votarán por el candidato que les garantice que no perderán su trabajo.
Desde luego que la élite empresarial votará por aquel candidato que les siga ofreciendo todas las facilidades para seguir amasando sus inmensas fortunas. Sea cual sea el motivo, no desperdicie la valiosa oportunidad de elegir cuál será su presidente, gobernador, senador, diputado federal o local. Hágalo, salga a votar, si no lo hace, después no se ande quejando.
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