Este primero de julio sólo habrá tres escenarios posibles. Si el electorado favoreciera a Ricardo Anaya, tenga la seguridad que millones de electores lo celebrarían, mientras otro tanto lo cuestionarían. De igual manera si Meade se alzara con la victoria, millones lo celebrarían y otro tanto y más lo cuestionarían. El último escenario sería que López Obrador gane, con amplia diferencia de votos, y que se le cuestione su victoria como mero trámite.
Sea cual seas el escenario posible, se debe tomar con seriedad nuestra participación ciudadana y aceptar el resultado que brote de las urnas, siempre y cuando se respete la voluntad del pueblo. Sería un error garrafal que el Gobierno Federal se emperrara en no querer soltar el poder.
El escenario estaría listo para las protestas sociales y para la represión militar, tomando en consideración que ya hay una Ley de Seguridad Interior que permite que los militares tomen cartas en el asunto en caso de que se considere que las instituciones del Estado se encuentran en peligro.
Así que lo más recomendable será que nos aseguremos de emitir nuestro voto, ya que sólo con nuestro voto podemos garantizar una verdadera transición pacífica.
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