Lo más recalcitrante del añejo sindicalismo mexicano está representado por Carlos Romero Deschamps. Su estilo de vida dispendioso ofende a los más de 60 millones de mexicanos que se encuentran atrapados por las estadísticas de la pobreza. Es por eso que no se acaba de entender cómo un candidato presidencial se deja apapachar y fotografiar con un sujeto de semejante calaña, como si esto le acarreara muchos votos.
Al menos eso se pudo palpar en el cierre de campaña en Tabasco, ante miles de petroleros, del candidato presidencial de la coalición Todos por México, José Antonio Meade Kuribreña. En esta concentración, el priista ofreció recuperar la plataforma petrolera de más de tres millones de barriles diarios para generar empleos y desarrollo.
Lo que se le olvida al exsecretario de Hacienda, es que el corporativismo ya se está desintegrando del escenario político. Un método o práctica como quiera usted llamarle, que le hizo mucho daño a la democracia mexicana. Así que, dime con quién andas, y te diré quién eres.
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