Las elecciones del próximo domingo primero de julio, serán cualquier cosa, menos normales. A 19 días de concretarse las elecciones, priva la violencia, las guerras de lodo entre partidos políticos, la desconfianza hacia las autoridades electorales, la manipulación de las encuestas y acusaciones con o sin sustento llenan los encabezados de los diarios nacionales.
Aunque el Gobierno Federal ha tratado de subestimar el clima de violencia alrededor de los comicios del primero de julio, la magnitud del problema no se puede ocultar. Especialmente en el estado de Guerrero, donde los índices de asesinatos de los candidatos están a la orden del día. Todo ello no contribuye a un ambiente de armonía y democracia, esta situación inhibe el voto.
El encono y la violencia ha alcanzado al PRI y al Frente por México, donde las acusaciones contra el presidente Peña Nieto y contra Ricardo Anaya han subido de tono. Esta mañana, Jorge Luis Preciado Rodríguez, que ahora la hace de vocero de Anaya, no sólo atacó duramente al presidente, sino también a la esposa de éste por el caso Casa Blanca.
Se espera mesura de parte de los candidatos y sus partidos, sin embargo, el debate de esta noche podría convertirse en una verdadera feria de acusaciones.
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