Si un “chupasangre” como Germán Larrea se preocupa por el próximo presidente, entonces los mexicanos podemos dormir tranquilos

Germán Larrea FOTO: FORBES

Como un proemio a su reportaje sobre Germán Larrea para la revista Proceso, el periodista Arturo Rodríguez García describe muy bien a este empresario que se suma a los que tienen miedo de que llegue un presidente que les retire sus privilegios: «La fortuna de Germán Larrea se fundamenta en algunos de los episodios más ominosos de la historia reciente mexicana. La fiebre privatizadora del salinismo lo bendijo, el oligopolio mediático lo enriqueció, el desastre de Pasta de Conchos lo hizo más poderoso, la corrupción del panismo lo apuntaló y la destrucción ambiental fue el precio por su emporio… Este es el perfil de uno de los hombres de negocios más esquivos del panorama nacional».

Lo dicho, cuando este tipo de sujetos que sólo se preocupa de sus ganancias, de las exenciones de impuestos y de la explotación de sus trabajadores se pone a temblar, algo bueno puede pasar en este país.

Si un “chupasangre” como Germán Larrea se preocupa por el próximo presidente, si un banquero corrupto se preocupa, si un grupo empresarial que siempre ha vivido al amparo de sus privilegios con el gobierno, se preocupa, entonces los mexicanos podemos dormir tranquilos.

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