Afortunadamente, la cárcel seguirá siendo la santa posada para Javier “N”

Duarte
Javier Duarte de Ochoa FOTO: WEB

De panadero y experto batidor de masa para hacer chilindrinas y chamucos en su infancia, y de su paso por la administración pública sólo queda un recuerdo. Jamás se imaginó que al terminar su mandato pasaría el resto de su vida en una cárcel mexicana. Esa es la expectativa para Javier “N”, eso espera la sociedad veracruzana, aunque él, mediante sus abogados, busque desesperadamente salir de este atolladero.

Un hombre que abusó del poder, una persona que creyó que pasaría el resto de su vida entre sus fastuosos ranchos y sus viajes al extranjero como un potentado hombres de negocios, hoy se encuentra preso. El hombre que descorchaba botellas de 150 mil pesos, está tras las rejas; el sujeto que permitió un descalco de más de 50 mil millones, duerme en el Reclusorio Norte.

Esta entre los presos, el sujeto que compraba casas y camionetas de lujo a sus queridas, mujeres que, por comodidad y confort, aguantaba el aliento para soportar los humores de un hombre que pensó que podría burlar la justicia.

Esta semana no fue la suya, un juez federal le achacó otros tres delitos. Javier «N» vive la vida lejos de su esposa, tal vez le consuele que ellos están libres, disfrutando de dinero mal habido. Si algunos pensaban que este señor pronto saldría de la cárcel, eso sólo fue un sueño tropical y húmedo; la cárcel seguirá siendo la santa posada para Javier «N».

Todos los derechos reservados. Este material no puede ser publicado, reescrito o distribuido sin autorización.

Comentarios

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *