“Yo pisaré las calles nuevamente, de lo que fue Santiago ensangrentada. Y en una hermosa plaza liberada, me detendré a llorar por los ausentes”. Pablo Milanés.Hace 44 años Pablo Milanés componía el tema “Yo pisaré las calles nuevamente”, minutos después de conocer la noticia de la muerte de Miguel Enríquez, primer secretario del MIR chileno, el día 5 de octubre de 1974. Pablo le dedica este tema que se ha convertido ya en un himno contra la injusticia.
Sin embargo, un año antes, el martes 11 de septiembre de 1973, el Cuerpo de Carabineros y las 3 ramas de las Fuerzas Armadas chilenas, al mando del sangriento general Augusto Pinochet, dieron un golpe de estado contra el Gobierno Constitucional de Chile del presidente Salvador Guillermo Allende Gossens, quien, antes de rendirse a los traidores golpistas, se suicidó en el Palacio de la Moneda mientras, la sede de la presidencia chilena, era bombardeada por los aviones y la artillería de los militares subversivos.Dice una frase condenatoria, que quien olvida su historia, está condenado a repetirla.
Que la historia del país vecino nos sirva de ejemplo, pero especialmente para los que buscan el poder, siempre se debe privilegiar el diálogo, antes que las armas.Que no se nos olvide que Chile fue el primer lugar del mundo donde se aplicó la ‘doctrina del shock’ con el Proyecto Fubelt (Track II) diseñado en los Estados Unidos por Richard Nixon, el único presidente norteamericano que ha dimitido. Hoy, que existe un presidente semejante a un dinamitero loco, más que nunca el dialogo debe ir siempre por delante. No importa que pretenda chantajear, con el Tratado de Libre Comercio.
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