La sociedad mexicana ha madurado, los golpes que ha recibido por las reformas fallidas, aunque muchos incondicionales quieran pintar que estamos viviendo en un mundo de caramelo, le ha hecho tener un punto de vista más realista. Las campañas del “buu”, o del petate del muerto, ya no funcionan como antes. El spot oficial «Miedo o Meade» es un intento desesperado para convencer a los indecisos de que AMLO es y seguirá siendo un verdadero peligro para México.
El partido en el poder señala que, con la victoria de AMLO, la bolsa de valores se podría caer, habrá fuga de capitales, el dólar se iría por las nubes, se podrían cerrar las fronteras por Donald Trump, la violencia llegaría a las calles, se soltaría a los capos del crimen organizado, habría toque de queda, miedo, golpes de Estado, falta de medicinas, se les diría adiós a las pensiones.
Según el Frente por México, pero especialmente el PRI, ese sería el panorama si los millones de electores, entre ellos los indecisos, llegaran a votar por AMLO. Sin embargo, a los mexicanos les pesa mucho más la impunidad, la falta de justicia, los gasolinazos y el bajo poder adquisitivo de la moneda. Así que el petate del muerto ya no asusta como en el 2006.
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