«Salinas es el padre de la desigualdad moderna», esa frase lapidaria salió de la boca del líder más grande la izquierda mexicana, Andrés Manuel López Obrador, en el programa Tercer Grado de Televisa. El invitado de honor fue el líder puntero en las encuestas para la presidencia de México. El tabasqueño logró salir bien librado de las preguntas de Denisse Maerker, Carlos Loret de Mola y de Joaquín López-Dóriga.
Sin embargo, por la mañana en el noticiero de Loret de Mola se anunciaba en una de las notas: «Crece el pleito entre el Consejo Coordinador Empresarial, y Andrés Manuel López Obrador». Inmediatamente una voz femenina da a conocer una declaración del presidente Peña Nieto, señalando que no hay lugar para la intolerancia, para rematar con la declaración de Ricardo Anaya, de que ha regresado el López Obrador violento.
En televisión hay un productor, un director y un consejero editorial, entre éstos se determina la música de fondo, la escenografía, los acercamientos de cámara y hasta las preguntas que los entrevistadores harán. Dese luego, eso pasa lo mismo con el programa matutino de Loret de Mola. En televisión, cada segundo significa dinero y los convenios con el Gobierno Federal cuentan, y cuentan mucho para televisa; por eso no le extrañe que esta televisora le haya hecho un giño de ojo al presidente con las cintillas de esta mañana.
Comentarios