Tener un perro fino no te da estatus; darle cariño y cuidados a cualquier perro y así hermosearlo, eso da estatus en el alma

- en Carrusel, Investigación, Opinión

Armando Ortiz / A los recién nacidos les dejaron la puerta abierta para que se salieran y se perdieran; para que un auto en un descuido los aplastara o para que un alma caritativa los adoptara. Estuvieron toda la tarde chillando a unos metros de mi casa. Yo estaba trabajando cuando mis perros con sus ladridos me advirtieron, me puse de pie para ver qué sucedía; pensé que alguien maltrataba a un perro. Pero ahí estaban en la banqueta, llorando porque no sabían hacia donde ir, llorando porque ya tenían hambre. Un señor que cuida vacas se llevó uno. El señor no me da confianza porque ya en una ocasión le llamé la atención por dejar encadenado un perro a la intemperie; le dije que por ser mi vecino no iba a llamar a las autoridades, pero que si no podía cuidar del animalito pues que lo entregara en adopción.

Yo tengo tres perros, algunos de ustedes los conocen. A Maya la recogimos cachorra, pulgosa, roñosa y llena de lombrices. Con cariño y cuidados la fuimos hermoseando. Azula me la regaló la periodista Claudia Guerrero, y eso porque se dio cuenta del cuidado que le daba a Maya. Toby llegó cortejando a Maya y se quedaba con ella hasta la noche, asomando su nariz por el portón, “platicando” quién sabe qué cosas con ella. Vimos que lo maltrataban porque tenía el pelo cenizo y olía a pollo descompuesto. Quisimos adoptarlo y ofrecimos 500 pesos por él, pero no aceptaron. Semanas después nos lo regalaron, pero ya traía un cáncer en su pene. Lo curamos y también, con cariño y cuidados se puso hermoso.

Azula es la única de raza, una perra labrador hermosa que cualquiera la hubiera querido tener en su casa. Pero los otros dos son criollos, como criollo es el cachorro que dejaron en la calle y lo tuve que recoger para buscarle un hogar donde le dieran cariño y cuidados y con ello se pusiera hermoso. Lo anuncié en Facebook, pero nadie lo quiso, ¿porque no es de raza?

Los perros de raza, piensan algunos, dan estatus; traer con un collar fino un Pastor Alemán, un Dóberman, un Collie o incluso un Chihuahua hace que la gente te detenga y te diga que tu perro está muy lindo, que se ve muy fino. Pero a mí nadie me ha detenido para decir que mi Maya es fina, aunque sí reconocen que se ve muy bien cuidada. ¿Cuánta hipocresía hay en todas esas personas que se quejan porque una autoridad esteriliza a los perros callejeros? ¿Cuánta hipocresía en esas personas que se dicen amantes de los perros y que se escandalizan por las redadas de perros callejeros que luego son llevados al matadero? Esas personas, “amantes de los animales”, piden que no, que no se debe ser tan inhumano. Sin embargo, ¿cuántas de esas personas han hecho algo por un perro callejero? ¿Cuántas optan por desvíar la mirada para no ver su sufrimiento y así tener en paz su consciencia?

¿Y si el pequeño cachorro fuese un perro de raza? ¿Si fuese uno de esos que se cotizan en el mercado y se venden en miles de pesos? ¿Entonces sí les interesaría?

Qué estatus cuenta más, el de una persona que tiene un perro fino y hermoso, que a pesar de los cuidados o descuidos seguirá siendo fino y hermoso, o el estatus que da a una persona recoger un cachorro de la calle para darle cariño y cuidados y así lograr que se convierta en un perro hermoso, fiel y noble.

Llamamos animales a nuestros perros, pero fueron los ladridos de mis perros lo que me llamaron la atención de los cachorros. Ya cuando lo tuvimos en casa, esos que llamamos animales, lo trataron como uno de los suyos, sólo lo olisquearon, le tuvieron compasión y lo amaron. ¿Por qué nosotros no podemos ser así?

Todos los derechos reservados. Este material no puede ser publicado, reescrito o distribuido sin autorización.

Comentarios

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *